Cuba mantendrá cerradas las escuelas, industrias y empresas no esenciales hasta el domingo próximo debido a la situación energética en el país, que sufrió un apagón masivo la pasada semana.
El Gobierno extendió las medidas que anunció por la situación electroenergética del país el jueves y dijo que necesitaban más tiempo para la recuperación del huracán Oscar, que a su paso por la región oriental causó graves daños en viviendas y la agricultura y dejó al menos siete fallecidos.
El Consejo de Defensa Nacional aclaró que solo los trabajadores "movilizados" cobrarán su salario completo y que las personas que fueron enviadas a sus casas en medio del apagón masivo recibirán solo una parte del mismo.
En la tarde del martes las autoridades dijeron que habían logrado reconectar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), tras cuatro días consecutivos sin servicio y varios intentos fallidos para restablecerlo. No obstante, directivos de la Unión Eléctrica (UNE) habían advertido más temprano que la debilidad del sistema estaba lejos de solucionarse de manera definitiva.
Entramos "en una etapa del manejo de los déficits que nos quedan, que era la situación que estábamos viviendo antes del primer proceso de desconexión (el viernes)”, señaló el gobernante Miguel Díaz-Canel en X.
Una nota de la UNE esta mañana indica que, pese a la reconección de las termeléctricas, el lunes "se afectó el servicio por déficit de capacidad de generación las 24 horas".
Actualmente están fuera de servicio por falta de combustible más de una veintena de centrales de generación distribuida y se reportan averías en tres termoeléctricas. Otras dos tienen unidades en mantenimiento.
Las provincias más afectadas Santiago y Guantánamo, por donde pasó el ciclón.
Díaz-Canel culpa al embargo de Estados Unidos de la situación en Cuba mientras expertos señalan que La Habana no saldrá de la crisis hasta que no cambie su modelo económico.
Un funcionario del Departamento de Estado aseguró a Martí Noticias el martes que EEUU está "monitoreando de cerca el colapso de la red eléctrica en la isla, y estamos preocupados por los posibles impactos humanitarios en el pueblo cubano".
"Las condiciones económicas de Cuba, derivadas de la mala gestión a largo plazo de su política económica y sus recursos, han aumentado las dificultades del pueblo. Obviamente EEUU no tiene la culpa del apagón en la isla ni de la situación energética en general", comentó el vocero.
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