Mientras en países libres las plataformas de contenidos bajo demanda como Netflix o Hulu son ya de uso habitual, el pobre acceso a Internet y la carga ideológica de la televisión del régimen marxista en Cuba ha generalizado el consumo de series y películas "pirata" bajo el Paquete Semanal, a lo
que el oficialismo isleño ha respondido ahora con La Mochila.
El Paquete Semanal es una copia en memoria flash que programadores nacionales toman de series televisivas del exterior, fundamentalmente del sur de la Florida, arman en sus computadoras y venden a distribuidores que a su vez revenden a la población a lo largo de toda la isla en un exitoso negocio semiclandestino de alta popularidad.
El Paquete contiene novelas, series, shows y películas imposibles de ver en la aburrida y obsoleta programación oficial de radio y tv en la isla, y sustituye también en buena medida la precaria conexión a Internet en el país y la censura de la misma por parte del régimen.
Pero ahora el Gobierno ha lanzado La Mochila, al aire desde el pasado 27 de diciembre, para contrarrestar a los audiovisuales foráneos, consistente en un sistema de distribución gratuito de películas, series, documentales, música, juegos y aplicaciones que se renueva semanalmente para que los
cubanos copien lo que les interesa en los Joven Club, 610 centros
estatales en todo el país que funcionan como salas de computación, vigilados por la policía política.
Esta iniciativa, impulsada desde los Joven Club -controlados por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y el Ministerio de Comunicaciones-, no es para nada original, pues imita el formato de El Paquete, que por el precio de dos dólares es adquirido por muchos cubanos cada semana en todo el país.
Gracias a El Paquete, los cubanos han tenido acceso en los últimos años a series de éxito internacional o a películas que no se proyectan en las salas de cine de la isla. Aunque esta opción no es legal, y casi todos sus contenidos son pirateados, ha sido tolerada hasta ahora por las autoridades comunistas, no sin críticas por la "frivolidad" de algunos de sus contenidos.
Pero el Paquete no sólo ha sido criticado por el régimen. La presión ha llegado a programadores y vendedores, que han expurgado su producto de contenidos políticos en una especie de autocensura "para no buscarse problemas" con las autoridades.
La Mochila busca ahora hacer la competencia a El Paquete al combinar "el entretenimiento y la cultura en su oferta semanal, con documentales, contenidos didácticos y productos culturales autóctonos", señala este domingo un reporte de la agencia de noticias EFE.
Por ello, La Mochila incluye el apartado Educación para todos, donde pueden encontrarse desde material sobre arquitectura cubana, la legislación nacional, biografías de personajes históricos, héroes del comunismo, nacional e internacional, leyes del tránsito, hasta ejercicios de
preparación para los exámenes de ingreso a la Enseñanza Superior.
Los promotores del proyecto La Mochila aseguran que el apartado Mi terruño, que ofrece contenidos de las televisiones y radios provinciales, es uno de los más demandados, ya que permite "al que es de Matanzas conocer qué está pasando en Santiago de Cuba y tener una visión mucho más completa de la realidad cubana".
El lanzamiento de La Mochila, a finales de diciembre, estuvo dedicada nada menos que al fallecido exgobernante Fidel Castro, con documentales, libros y películas dedicados la vida del comandante que rigió los destinos de Cuba por más de medio siglo, materiales que fueron descargados en todo el país por más de 5.000 personas, según dicen los medios oficiales.
Pero, ¿qué posibilidades reales tendría La Mochila de competir con El Paquete si los mismos contenidos ideologizados de la radio y la televisión nacional que llevaron al cubano a la búsqueda de audiovisuales alternativos se repiten ahora en el proyecto?
Ante esta realidad, no sería aventurado augurar una larga vida al denostado y combatido Paquete Semanal.
(Complementado con información de EFE)