La tasa de homicidios en Cuba es más alta que en Chile (3,46) y casi similar a la de Estados Unidos (5,35), Ecuador (5,85) y Argentina (5,94), según un análisis estadístico comparativo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC).
Venezuela encabeza esa trágica lista en la región con una tasa de 56,33 homicidios por cada 100,000 habitantes y Canadá tiene la tasa más baja con sólo 1,68.
El alarmante incremento de homicidios y delitos violentos que ocurren en Cuba, sin que los medios nacionales le presten atención, salió a relucir discretamente en un artículo del periódico Invasor de la provincia de Ciego de Ávila, publicado el pasado miércoles con el título de “Homicidios: el peligro antes, durante… y después”.
Las cifras de la UNODC muestran que Cuba reportó 3,086 víctimas de homicidio entre 2012 y 2016, año en que la isla reportó 572 homicidios, lo que representa una tasa de 4, 99 por cada 100 000 habitantes, un promedio anual de 124 víctimas o lo que es igual a casi 11 homicidios mensuales.
Año: Homicidios:
2012 621
2013 674
2014 600
2015 619
2016 572
“Muchas interrogantes quedan libres mientras aquí, cada año, 20, 24, 30… víctimas (y en Cuba más de 500) ilustran un peligro que no acaba tras las rejas y deambula por la calle en crónica roja, sin que los periódicos intenten, siquiera, cambiarles el color; convirtiéndolo, tal vez, en peligro mayor, por ignorado”, dijo Katia Siberia, autora del inusual reportaje que abordó el tema centrando su atención en la provincia avileña.
La periodista dijo que tuvo acceso a las actas de defunción archivadas en el Departamento de Registros Médicos y Estadísticas de la Dirección Provincial de Salud de Ciego de Avila, desde el 2011 hasta el 2017, y que “en esos siete años, los homicidios se contabilizaron en 26, 24, 21, 30, 17, 16 y 22, respectivamente. Hasta julio de este año, ya habían sido 12”.
“Los hechos, por tanto, resultan, al menos, preocupantes en una ciudad (y país) que presume, con razones, de su tranquilidad ciudadana”, subrayó.
Las cifras oficiales ofrecidas por las instituciones cubanas no pueden ser verificadas por organismos independientes.
Según el sitio digital Homicide Monitor, un referente internacional sobre el tema desde hace 17 años, que acumula estadísticas y datos en un mapa interactivo, Cuba sólo ofreció datos de homicidios por provincias en el 2013.
En ese año las tasas de homicidio más significativas fueron Santiago de Cuba 9,7 homicidios por cada 100,000 habitantes, Camaguey 8,5, Matanzas 6,5 y La Habana 6,1.
En términos cuantitativos La Habana encabeza el número de homicidios en 2013 con 132, seguida de Santiago de Cuba con 102, Camaguey con 65 y Matanzas con 45.
Aunque el reportaje deja sin respuestas las causas que han provocado estos homicidios “ante el desconocimiento de las circunstancia en las que ocurrieron los hechos”, la periodista se pregunta si tales actos están asociados a la violencia doméstica, deficiencias en la educación familiar y también “a la venta, al por mayor, de bebidas en casi cualquier lugar y a cualquier hora en un país donde se compra más fácil una botella de ron que un pan con croquetas”.
