El ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil Fernández, declaró el miércoles en la Mesa Redonda que el gobierno cubano no contempla reducir el ingreso de mercancías al país a través de las llamadas “mulas”.
Gil Fernández intentaba aclarar así lo que había dicho la víspera en el mismo programa.
“Para que se interprete bien esto, porque al decir que tenemos medidas que van en el sentido de minimizar o de reducir la importación de bienes no comerciales por personas naturales puede interpretarse que la medida que vamos a implementar en lo inmediato es la prohibición: las medidas que estamos trabajando para implementar son las medidas de oferta”, declaró Gil Fernández. “Todo lo estamos trabajando del lado de la oferta”.
Como panelista de la Mesa Redonda junto al gobernante Díaz Canel, el ministro explicaba las decisiones que está tomando el gobierno para evitar, según dijo, que el aumento salarial en el sector no productivo del país genere inflación, y aseguró que la vía inmediata para lograrlo es la diversificación de la oferta ante una mayor demanda.
Sin embargo, luego de asegurar que la prohibición es una medida descartada “en lo inmediato”, no aclaró si también estaba descartada en el futuro.
El martes, Gil Fernández había anunciado que el gobierno iba a implementar “medidas para disminuir la importación de mercancías por las personas naturales e incrementar la captación de divisas que en la actualidad salen del país”, lo cual fue rápidamente entendido como un aviso de restricciones. La aclaración del miércoles fue reportada inicialmente por el sitio de internet Cibercuba.
Las “mulas” de Cuba viajan a sitios tan distantes como Rusia, en este caso en busca de piezas de repuesto para, por ejemplo, los autos Moskvich. Si en Moscú un Moskvich de 1980 puede costar unos $500, en Cuba, según dijeron taxistas de la isla al diario The Wall Street Journal, pueden pedir hasta $14,000 por uno en buenas condiciones.