A pocos días de cumplir dos años del anuncio del presidente de EEUU de restablecer relaciones con el gobierno de la isla, la Unión Europea pone fin a la Posición Común que condicionaba las relaciones con el bloque a progresos en los derechos humanos y la democracia en Cuba.
El fin del acuerdo excluye a la sociedad civil cubana, que por más de cinco décadas no ha tenido derechos a los espacios de participación en el gobierno y la política del país, pero ello no ha sorprendido a disidentes dentro de la isla consultados por Martí Noticias.
La psicóloga Kirenia Yalit Núñez, Coordinadora de la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana y activista de derechos humanos, dijo que "lo estaba esperando”, porque “en la práctica hacía tiempo que varios países de Europa ya estaban teniendo relaciones con el gobierno de La Habana".
Desde hace más de un año, Núñez ha sostenido intercambios con europeos que integran el Parlamento, y dijo que los puntos de vista de algunos de ellos sobre el tema es que "se sentían impulsados a abogar por la derogación, porque si el gobierno de EEUU mantenía relaciones con la isla no había razón para que ellos no”.
Tras el anuncio de la derogación de la Posición Común, el tema de los derechos humanos en la isla, que había sido uno de los principales escollos a lo largo de las siete rondas de conversaciones, quedó pendiente para un diálogo separado que allanaría el camino hacia el pacto, destacó la UE.
A la joven le parece importante que, "ya que se van a dar esas aperturas por parte de la UE, que se aborde el tema de los derechos humanos en la isla”.
Para la psicóloga, “esa es la evidencia para el mundo de que quienes abogamos por exigir respeto a los derechos no estamos haciendo nada malo cuando salimos a las calles y exigimos que escuchen nuestras propuestas ciudadanas”.
El periodista independiente Lázaro Yuri Valle, que ha reportado durante los dos últimos años los eventos de la oposición cubana relacionados con las violaciones a los derechos y libertades, asegura que "hay que seguir insistiendo con acciones cívicas por el respeto a los derechos humanos, y abogando por la libertad de los presos políticos”.
Para Valle, el que la UE haya dicho que dará seguimiento al tema de los derechos, y que abogará por mayores espacios en la isla, "no es señal de que el gobierno cubano lo va a acatar, porque es un gobierno mafioso y mentiroso”.
El reportero recordó que en los dos años de restablecimiento de relaciones de Estados Unidos con el gobierno de La Habana, y cuando todos pensaron que el tema de los derechos sería una prioridad para ambas partes, “la represión y la violación de los espacios ciudadanos han sido más fuertes".
Berta Soler, líder del movimiento Damas de Blanco, organización opositora a la que la Eurocámara le concedió en 2005 el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia, calificó de penosa la decision de la UE".
Para Soler, "todo lo de la UE con Cuba se enfoca en negocios y negocios”, pero no tienen en cuenta al pueblo cubano.
La activista recordó que en los dos últimos años la represión se ha arreciado contra los que, con marchas pacificas en las calles, se oponen al gobierno.
"Llevamos 81 domingos recibiendo golpes, vejaciones, detenciones e incluso tenemos cuatro Damas de Blanco en la cárcel sin que le hayan realizado juicio, y nunca la UE se ha mostrado solidaria con las víctimas", aseguró.
Oscar Elías Biscet, médico y expreso de conciencia, calificó de “grave error político” la decisión de derogar la Posición Común.
A su juicio, la Unión Europea cedió ante la tiranía, y cree que ese "error" a quien va a afectar es al pueblo cubano, porque “si bien es cierto que el régimen no tiene los tanques en las calles, en el país hay un gran silencio en la población, que tiene mucho miedo a la represión”.
Biscet considera que la opinión pública internacional y los países demócratas deben estar atentos a lo que pueda ocurrir en el país, porque "el tratado lacera los derechos humanos y da sustento a una tiranía".