La organización sin fines de lucro Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó este jueves, 12 de febrero, su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2015, en la que evalúa a 180 países en el aspecto de libertad de información. Cuba aparece en el puesto número 169.
"Cuba sigue siendo el último país de la zona América en la clasificación mundial. La libertad de información en el país sigue siendo muy limitada ya que el Gobierno no tolera la prensa independiente, con la excepción de algunas revistas católicas (y) el acceso a internet también está muy restringido y se encuentra extremadamente controlado", declaró Claire San Filippo, vocera de RSF al periodista de Martinoticias Adriel Reyes.
Filippo indicó que las autoridades cubanas esgrimen el embargo estadounidense para tratar de justificar "la poca penetración de internet en la isla".
"Sin embargo, ya sabemos que se instaló un cable submarino venezolano de fibra óptica Alba I y, entonces, eso demuestra en nuestra opinión que esta poca penetración se debe mucho más a una voluntad política de controlar la red que a un problema técnico", señaló.
Filippo indicó que "a esta falta de pluralismo, se suma el que los periodistas y blogueros críticos siguen siendo víctimas de amenazas, difamación, arrestos y detenciones arbitrarias".
Tras mencionar que en diciembre los Gobiernos de Cuba y Estados Unidos anunciaron su intención de restablecer relaciones diplomáticas, Filippo dijo que a ella le gustaría saber "cuándo se restablecerán las relaciones diplomáticas entre Cuba y los cubanos y Cuba y los periodistas".
Según RSF, su informe anual "muestra un deterioro global de la libertad de información en 2014. Afectada por los conflictos, la creciente amenaza de grupos no estatales, las agresiones cometidas durante las manifestaciones o la crisis económica y financiera, la libertad de la prensa retrocede en los cinco continentes".
Filippo mencionó la violencia que han sufrido muchos periodistas en el continente americano "en el marco de manifestaciones. Eso lo hemos visto mucho en Venezuela (puesto 137), con mucha violencia de la Guardia Nacional Bolivariana y también de la Policía. Pero también hemos destacado violencia en contra de los periodistas y los medios de comunicación en Brasil, en México (puesto 148), en EEUU (puesto 49) con las manifestaciones de Ferguson, obviamente, en Haití (puesto 53) y en República Dominicana (puesto 63), y lo interesante es que esos periodistas solo hacen su trabajo. Es muy importante, que todos esos Estados tomen medidas para poder asegurar la seguridad de todos esos periodistas, que juegan un papel crítico para brindar una información de interés público a sus compatriotas".
Filippo retomó el caso de Venezuela y señaló que para resumir sólo se puede decir que el país había tenido un "Año Negro", porque "la crisis económica y social que marcó Venezuela el año pasado tuvo un impacto desastroso sobre la libertad de información...
En estas manifestaciones se multiplicaron insultos, agresiones, amenazas, detenciones arbitrarias de periodistas locales y extranjeros, que padecieron el robo y destrucción de sus equipos. El principal responsable fue la Guardia Nacional Bolivariana, pero también algunas de estas agresiones fueron cometidas por manifestantes y grupúsculos paramilitares".
Agregó que "la violencia contra los periodistas y la violación de la libertad de información no solo fue en el marco de las manifestaciones" y dijo que en Venezuela "falta mucho pluralismo" y hay un enfrentamiento "entre los medios de comunicación progubernamentales y aquellos de oposición".
En cuanto a Ecuador (puesto 108) indicó que es "el país que registra la segunda caída más importante entre la Clasificación de 2014 y la que salió hoy de 2015; una caída de 13 lugares, y la razón principal de esta caída es que un año después de que se aprobara la ahora famosa Ley Orgánica de Comunicación, esta ley que buscaba democratizar el espacio mediático y favorecer el pluralismo en el país, la situación es alarmante porque esta ley ha sido instrumentalizada para hacer callar a los medios de comunicación que se ven sometidos a rectificaciones forzadas, a campañas de denigración, muchas de ellas a través de la TV y las cadenas del presidente Correa (…) hay una autocensura muy fuerte".