Helsinki será la sede de la primera cumbre entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y el de Rusia, Vladimir Putin, programada para el próximo 16 de julio, confirmó hoy la Casa Blanca.
La agenda se ha definido a grandes rasgos con la presencia de John Bolton en Moscú por 24 horas.
Allí el asesor de seguridad nacional estadounidense se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin y con el canciller Serguei Lavrov.
El ex jefe de la CIA y ahora secretario de Estado Mike Pompeo organizó la cumbre de Trump y Kim Jong Un en Singapur y ahora el encuentro con Putin lo prepara John Bolton.
En Moscú nadie duda de las credenciales de John Bolton, un conservador, anticomunista, enemigo acérrimo de las dictaduras. Los rusos le conocen desde hace años, cuando encabezaba la delegación de Estados Unidos para el desarme, bajo la administración de George W. Bush y viajaba a Rusia. También como embajador de EEUU en la ONU sus intervenciones no fueron de mucho agrado en el Kremlin.
La prensa rusa, controlada por el Kremlin, anunció desde un principio: “hasta nosotros vuela un halcón de la paz”, esperanzados en llegar precisamente a coordinar una reunión cimera.
Los temas del encuentro ya han sido anunciados por la Casa Blanca, además de las relaciones bilaterales, incluidas las sanciones impuestas a Rusia desde el plano económico hasta diplomático, también se hablará de Siria, Ucrania, Corea del Norte y otros puntos más que quedaran para la agenda de las respectivas cancillerías.
El presidente de Finlandia, en declaración oficial afirmó que su país está preparado para la reunión, y propuso la inclusión de temas en la agenda de los dos mandatarios como la tensión que viven los países del Báltico.
El Congreso de EEUU, muy activo en las sanciones contra funcionarios rusos, aboga por medidas más severas a las empresas rusas que laboran en la península de Crimea, suelo ucraniano ocupado por Rusia, y por entregar mayor cantidad y mejor armamento a Ucrania.
Si la cumbre de Singapur con Kim Jong Un fue llamativa, está la supera. Los escándalos en Estados Unidos por la intromisión de Rusia en las elecciones presidenciales a través de empresas que creaban cuentas falsas en las redes sociales, incitaban a protestas, creaban falsas noticias y alentaban rumores.
El encausamiento de Paul Manafort, que fuera por un tiempo jefe de la campaña electoral de Trump por sus relaciones con los círculos políticos ucranianos pro rusos ha sido tema de debate político en EEUU.
La elección de Finlandia como sede
Finlandia es el sitio ideal para ambas partes. No pertenece a la OTAN, es una democracia occidental y tiene desde el final de la Segunda Guerra Mundial una relación especial con Moscú.
Este país estuvo por más de un siglo anexado a Rusia como el Gran Ducado de Finlandia, integrando el imperio ruso, hasta que se independizó en 1917, tras la llegada al poder de los bolcheviques.
En 1939 combatieron contra el Ejército Rojo pero después han venido décadas de estabilidad diplomática entre las dos naciones, con la excepción de recientes violaciones del espacio aéreo finlandés por parte aviones rusos.