El Partido Comunista de Cuba (PCC), único permitido en el país, anunció que dedicará parte del análisis en su XVIII pleno, el 5 y 6 de julio próximos, a la producción sostenible de alimentos y la corrupción.
En medio de la debacle económica que vive la isla de régimen comunista, el PCC dijo que abordará estos temas convencido de que su agenda "tiene que estar cada vez más cerca de la agenda pública del país", según reportó este domingo el diario Granma, su órgano de prensa oficial.
El Partido Comunista de Cuba es, según declara la Constitución, la "fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado", lo que confiere a sus dirigentes la última palabra sobre las cuestiones más relevantes que atañen al país.
La producción de alimentos en Cuba se desplomó en los últimos cinco años, con el arroz, el pan, el café, los aceites vegetales refinados, los lácteos y la carne de cerdo en bandas, todos básicos en la dieta cubana, entre los rublos más deprimidos, según un informe publicado en mayo por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
En el reporte, titulado "Industria Manufacturera en Cuba. Indicadores seleccionados 2023", la ONEI señala que de los 23 rubros alimenticios escogidos para el análisis, ninguno reveló crecimiento entre 2018 y 2023.
La inflación, además, pone fuera del alcance de gran parte de la población los pocos alimentos disponibles en la red de comercio minorista, mientras los distribuidos por la canasta básica en las bodegas estatales son cada vez menos.
En su anuncio, el PCC atribuye el colapso de alimentos y el aumento de la delincuencia al embargo estadounidense, un argumento recurrente en el discurso oficial. El reporte de la ONEI, dijo un experto a Martí Noticias, revela otras causas.
"El hecho de que las llamadas 63 medidas para dinamizar la agricultura no hayan tenido ningún resultado, o las equivocadas inversiones en el sector del turismo y la construcción de frente a la misma agricultura, dejan en evidencia que la responsabilidad es enteramente del Gobierno", explicó en mayo pasado el politólogo Sergio Ángel Baquero, coordinador de Food Monitor Program, que investiga el impacto socioeconómico de las políticas alimentarias en contextos autoritarios como el de Cuba.
El PCC también dice que "se trata de asuntos que más de una vez la dirección del país ha calificado como de seguridad nacional, pues su estabilidad ofrece garantías para la recuperación paulatina de la vida nacional".
El reclamo de "comida" ha estado presente junto a otras demandas en la ola de protestas populares ocurridas en la isla tras el estallido del 11 de julio de 2021. La crítica situación que genera el desabastecimiento de alimentos, aparejado a otros males como los continuos apagones, la falta de agua potable y un cada vez más deficiente sistema de salud pública, encienden el malestar social. No sorprende entonces que las autoridades cubanas consideren la falta de alimentos un problema de "seguridad nacional".
En declaraciones recientes, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, primer secretario del PCC, llamó a los cubanos a "guapear la comida" y no depender de los productos subsidiados por la libreta de abastecimiento. Díaz-Canel reconoció que el país no puede alcanzar su plena soberanía cuando es incapaz de producir lo que come y depende casi en su totalidad de la importación de alimentos.
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