La Dirección de Atención a Menores del Ministerio del Interior está investigando al menor de 13 años, Hugh Dieter Pupo, hijo del preso político Samuel Pupo Martínez.
"La maestra le dijo al niño que se portara bien, que está siendo investigado por Menores, que todas las semanas, “Minoría” pregunta por él", expuso a Radio Televisión Martí, Yuneisy Santana, la madre.
“Eso es algo que yo debería de saber, desde el primer día, desde cuando está investigando Menores a mi hijo. Me parece injusto. Es acoso infantil”, recalcó Santana.
“Fui para la escuela, pero la maestra ya no estaba y hablé, entonces, con la jefa de grado. Ella me responde ‘no se preocupe mamá, usted sabe cómo es este país y me explicó que es por lo que ‘hizo ‘su papá”.
Samuel Pupo Martínez, manifestante del 11 de julio en Cárdenas, Matanzas, fue condenado a tres años de privación de libertad por “desórdenes públicos” y “desacato”.
“Yo le dije a la jefa de grado ‘¿qué culpa tuvo el niño de lo que hizo su papá? ¿que no les basta con que el niño lleva un año sufriendo la separación injusta de su padre? Y ¿si se busca un problema un niño que tiene un seguimiento por Menores? Está en una edad difícil”, relató Santana.
Hugh Dieter Pupo cursa el 7º grado en la escuela Fermín Valdés Domínguez de Cárdenas.
El pasado mes de junio, en ocasión del Día de los Padres, Hugh Dieter envió, por las redes sociales, un conmovedor mensaje pidiendo la liberación de su padre.
“Vino la Seguridad, un hombre que no se identificó, y me advirtió que estoy utilizando psicológicamente a mi niño, que lo estoy afectando psicológicamente y que por eso podían hasta quitarme a mi hijo, que no podía seguir publicando cosas de mi niño. Yo le contesté: ‘usted está equivocado, mi niño va a seguir pidiendo la libertad de su papá”.
En referencia a las detenciones y posteriores enjuiciamientos a los manifestantes del 11 y 12 de julio de 2021, en entrevista con el diario Granma, la coronel Idays Borges, jefa de la Dirección Nacional de Atención a Menores del Ministerio del Interior, aseguró que el Sistema cubano se basa en “el cumplimiento de instrumentos internacionales de los que Cuba es firmante, en el marco de los compromisos para la protección de la niñez y la adolescencia, como la Convención de los Derechos del Niño y sus protocolos facultativos”.
Pero más adelante añadió que se cimienta, además, en los “valores de la sociedad socialista cubana”.
El sistema de atención a los menores no solo se usa en Cuba para la atención a niños con comportamientos considerados antisociales o delictivos, sino para coaccionar a padres que se oponen, públicamente, al régimen.
Cuando el sistema se emplea para reprimir el disenso político da paso a la victimización del progenitor disidente y del hijo, quien es catalogado y registrado como una persona «conductualmente trastornada» o “delincuente”.
En 2003, varios de los hijos de los prisioneros de la Primavera Negra fueron investigados también por la detestada entidad del MININT, mediante pruebas escritas en los que mandaban a los infantes a componer oraciones con palabras previamente determinadas.
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