La presa política María Cristina Garrido, recluida en la Prisión de Mujeres de Occidente, del Guatao, en el municipio habanero La Lisa, denunció a las autoridades cubanas que en franca violación de la legislación vigente y del Reglamento del Sistema Penitenciario, niegan a las reclusas el beneficio de progresión en régimen o fase.
En un mensaje de audio, grabado durante una llamada telefónica desde la cárcel, Garrido alertó que la Seguridad del Estado prometió a las presas políticas que sus beneficios serían respetados.
“Tampoco tomarían en cuenta nuestra posición política y tipos de delito para recibir el cambio de régimen y la libertad condicional a las que ya tengan el tiempo, como es el caso de mi hermana Angélica y de otras mujeres”, dijo.
Las hermanas Angélica y María Cristina Garrido fueron condenadas a tres y siete años de privación de libertad respectivamente, por su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021, en Quivicán, Mayabeque.
“Lo cierto es que no ha sido así. Es evidente el ensañamiento que aún mantienen con las manifestantes para castigarnos, retenernos en la prisión ‘sufrida’ cuando ya muchas mujeres deberían estar en sus casas o en el campamento”.
La Ley de Ejecución Penal prevé que el sistema progresivo comprende tres etapas:
a) Tratamiento en régimen de mayor severidad o severo;
b) tratamiento en régimen de mínima severidad; y
c) período de excarcelación anticipada.
“Se nos aseguró que bajo el nuevo Código Penal se daría a las manifestantes la libertad condicional, una vez cumplido el tercio de la sanción para las que son infractoras primarias de la ley. Todo fue violado desde los comienzos”, puntualizó Garrido, presidenta del opositor Partido Republicano de Cuba.
La legislación cubana establece que “deben cumplir la tercera parte de la sanción impuesta, cuando se trate de mujeres primarias en la comisión de delitos”.
La activista encarcelada señaló que los procesos transcurren con gran lentitud.
Añadió que muchas presas políticas aún no tienen la información de su “ruta progresiva” y calificó como arbitrarios e inhumanos los comportamientos de los responsables de la cárcel que obligan a las presas políticas a permanecer en fase severa.
“Estas mujeres, como todas las demás, necesitan con urgencia encargarse de sus hijos: niños que han sufrido profundamente la separación de sus madres. En algunos casos están en las casas sin amparo filial. Los padres mueren de sufrimiento. Los adolescentes necesitan de la orientación de sus padres, en el estudio o en la formación de la personalidad. Las familias deberían estar unidas y no separadas por tanta injusticia y castigo”, recalcó la prisionera política.
En su mensaje, Garrido pidió, en especial, “la libertad para la presa política y dama de blanco Aymara Nieto”, quien cumplió en mayo de 2022 una sentencia de 4 años de privación de libertad por cargos de atentado, daño y desacato en un penal de Las Tunas, a más de 600 kilómetros de su familia que vive en La Habana.
En noviembre pasado, Nieto fue trasladada a la prisión Mujeres de Occidente donde extingue una segunda sentencia de cinco años y cuatro meses de cárcel tras ser acusada de liderar un motín en ese penal en 2020.
Asimismo, Garrido reclamó la excarcelación de Lisandra Góngora Espinosa, madre de 5 hijos, “que extingue la sanción más alta, 14 años por un delito fabricado y absurdo de sabotaje”.
Radio Televisión Martí trató de indagar sobre el cambio de régimen a las reclusas en la Prisión Mujeres de Occidente, pero la oficial de guardia, que no quiso proporcionar su nombre, se negó a "dar información por teléfono".
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