La presa política Angélica Garrido abandonó la huelga de hambre en la prisión habanera de mujeres del Guatao, pero no su postura de “plantada” con la que se niega a vestir el uniforme de los reos comunes y a consumir el alimento proporcionado por el penal.
“Me dejaron verla. Ella está muy debilitada. Casi no se puede sostener por cinco días de inanición. Yo le llevé una sopita y se la tomó, pero afirma que no va a aceptar ningún tipo de alimento de la cárcel, solamente lo que le lleve su familia. Realmente, no era huelga de hambre lo que hacía, está plantada, es decir: rechazo a la comida del penal, no colchón, no uniforme de reclusa común, no convivir en destacamentos con internos que cometieron delitos”, dijo su esposo, Luis Rodríguez Pérez, a Radio Televisión Martí.
En una carta firmada por tres prisioneras de conciencia, Angélica y María Cristina Garrido y Lisandra Góngora se divulgó la decisión de las mujeres de declararse en huelga de hambre.
“Lo que pasa es que se convirtió en huelga de hambre porque, al ponerla en celda de castigo, allí no le permiten la comida que le lleva su familia, nada más que la del comedor de la prisión, y como ella está rechazándola, pues, estaba en inanición voluntaria”, explicó.
Angélica Garrido y su hermana María Cristina fueron arrestadas el 12 de julio del 2021 y acusadas de encabezar las protestas en Quivicán, Mayabeque. Fueron sentenciadas a tres y siete años de prisión respectivamente.
Góngora fue condenada a 14 años de privación de libertad debido a su participación en las protestas antigubernamentales.
“Cedieron en la prisión a que yo pudiera pasarle los alimentos. Lo mismo hicieron con María Cristina, mandaron a la hija a verla. Está en el Hospital Nacional, parece que para separarlas. No tiene ninguna afección fuera de la debilidad. También tomó un poco de caldo que le llevó su hija. En el caso de Lisandra Góngora, no sé", detalló Rodríguez Pérez.
Añadió que, en el caso de su esposa, la Jefa de la prisión le dijo que "la van a llevar para una celda de aislamiento, como ella desea, y le van a entregar su jaba de alimentos que le llevé hace dos semanas, así tendrá sus galleticas, leche en polvo, azúcar”.
Más de 50 mujeres fueron recluidas en centros penitenciarios cubanos por manifestarse el 11 de julio.
Numerosas organizaciones independientes cubanas e internacionales han exigido la liberación de las tres presas políticas y el resto de las mujeres encarceladas en Cuba.
La organización Human Rights Watch instó el pasado viernes, a que se respeten los derechos de las presas políticas y hermanas María Cristina y Angélica Garrido Rodríguez.
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