El ex teniente coronel del Ministerio del Interior (MININT) Jorge Luis Vega García, conocido como “Veguita”, fue deportado a Cuba el pasado 6 de noviembre, confirmaron a Martí Noticias fuentes familiares cercanas al caso.
El temido militar del régimen no aparece ya en registros públicos como detenido en centros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE).
Meses atrás un juez de inmigración en Miami ordenó la expulsión de Estados Unidos de Vega García tras su arresto el 5 de agosto de 2025.
De represor en cárceles cubanas a Estados Unidos con parole humanitario
Veguita ingresó legalmente a Estados Unidos en enero de 2024 por el aeropuerto de Tampa, amparado en el programa de Parole Humanitario de la administración anterior, reportó en exclusiva Martí Noticias.
Su llegada generó profunda indignación entre exprisioneros políticos y activistas, quienes lo señalan como uno de los represores más temidos de las prisiones de Agüica (Matanzas) y Canaleta (Ciego de Ávila).
Testimonios recopilados por Martí Noticias lo acusan de ordenar golpizas, mantener a reclusos en celdas de castigo durante períodos prolongados y utilizar a presos comunes para hostigar a opositores encarcelados.
“Veguita era temido en Agüica. Tenía fama de sádico, de disfrutar el dolor ajeno. Para muchos, él representa lo peor del sistema penitenciario cubano”, contó a nuestra redacción un exprisionero político radicado en Miami.
Su deportación marca un precedente significativo para la comunidad cubana en el exilio, que desde hace años denuncia la llegada a Estados Unidos de exfuncionarios del régimen bajo programas migratorios flexibles y sin mecanismos rigurosos de verificación.
“Es una victoria parcial. Al menos se ha reconocido oficialmente que un hombre con ese historial no puede quedarse en Estados Unidos disfrutando de la libertad que negó a tantos”, afirmó el investigador Luis Domínguez, quien fue clave para hallar a Vega García en EEUU.
A finales de julio, una investigación de Martí Noticias reveló su entrada al país bajo parole humanitario, lo que motivó reacciones de víctimas, activistas y congresistas.
“La justicia ha tocado a su puerta”: exprisioneros celebran la medida
Fidel Suárez Cruz y Blas Giraldo Reyes, dos exprisioneros políticos de la Primavera Negra, celebraron tanto su arresto como su deportación.
“Después de casi 20 años, la justicia ha tocado a su puerta”, dijo Suárez Cruz, quien relató haber sufrido golpizas brutales bajo el mando de Vega García en Agüica.
“No basta con deportarlo. Este hombre mintió a inmigración y cometió crímenes de lesa humanidad”, añadió.
Blas Giraldo Reyes coincidió: “Es un asesino, como tantos otros esbirros del régimen que están aquí escondidos entre nosotros. No tienen cabida en este país”.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba incluyó a Vega García en su lista de represores y aportó documentos inéditos que confirmaron su rol dentro del MININT.
Una carrera marcada por denuncias de torturas
Jorge Luis Vega García dirigió durante años los centros penitenciarios Agüica y Canaleta, donde es señalado por múltiples víctimas por dirigir torturas, castigos extremos y represalias contra opositores.
Para Pablo Pacheco Ávila, del Grupo de los 75, “hay caras que se te tatúan en el alma. Veguita es una de ellas” y recordó cómo un joven preso político, al saber que sería golpeado por Vega García y el oficial Emilio Cruz, se lanzó desde un tercer piso antes de enfrentar la paliza.
Fidel Suárez Cruz, condenado a 20 años, denunció haber quedado con secuelas permanentes tras una golpiza ordenada por el oficial.
Entrada legal, historial invisible
La exoficial del sistema penitenciario, Lainersy Ávila Castro, confirmó a Martí Noticias que Vega García continuó ascendiendo en el MININT antes de su jubilación y posterior salida del país.
Documentos con su firma tanto en Cuba como en Estados Unidos fueron verificados por este medio, lo que permitió establecer su identidad.
El exteniente coronel no fue identificado como represor al ingresar a Estados Unidos debido a las limitaciones del programa de parole humanitario, que permitió —según un comunicado oficial— la entrada de “más de medio millón de extranjeros mal investigados”.
Aunque ya fue deportado, las víctimas insisten en que la remoción no sustituye un proceso penal. “Esto no se resuelve con una simple deportación. Exigimos justicia”, reiteró Fidel Suárez Cruz.
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