Un año después del restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, que se celebra este 20 de julio, Estados Unidos todavía no ha logrado establecer una fecha para el inicio formal de un diálogo de derechos humanos con el gobierno comunista cubano.
"Estamos en conversaciones ahora, tratando de establecer las fechas y la agenda, y ciertamente (el diálogo) tendrá lugar antes de que acabe el año", aseguró un alto funcionario del Departamento de Estado que pidió el anonimato, en una conferencia de prensa telefónica, citada por EFE.
En marzo de 2015 se celebró en Washington un encuentro preliminar sobre derechos humanos que se limitó a definir la metodología, los temas y la estructura de un futuro diálogo sobre el asunto. Desde entonces Estados Unidos ha tratado sin éxito de convocar una nueva cita.
A principios de octubre de 2015 el secretario de Estado, John Kerry, canceló un viaje a Cuba que estaba previsto para liderar el inicio del diálogo, por diferencias con sus contrapartes cubanas, según informaron entonces varios medios de prensa.
Unos días antes, Kerry había comentado en una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado acerca de sus planes de visitar La Habana para hablar de derechos humanos.
Aunque según la fuente que habló este miércoles con los periodistas, Kerry "ha expresado su interés y seguirá vinculado el tema de derechos humanos" en Cuba, es probable que el encargado de liderar el diálogo sea el subsecretario de Estado para derechos humanos y democracia, Tom Malinowski.
Un año después de la reconciliación diplomática, los viejos enemigos de la Guerra Fría están lejos de tener una relación normal, y se comportan más como una pareja civilizada de divorciados que defienden intereses propios, destacó la agencia AFP.
"Creo que Cuba y Estados Unidos nunca han sido amigos y difícilmente lo lleguen a ser", señaló a la AFP Jesús Arboleya, ex diplomático y analista cubano experto en la agenda bilateral. Prefiero, agrega, definir esta relación como "una convivencia entre contrarios".
"El tema de derechos humanos seguirá siendo uno de los más complicados que tengamos que afrontar" en la normalización con Cuba, aseguró el funcionario estadounidense.