La escritoras cubanas Martha Acosta Álvarez y Lynn Cruz acaba de alzarse con el Premio y Mención, respectivamente, en el concurso “Franz Kafka” de Novela 2018, anunciaron los organizadores en una nota de prensa.
‘Novelas de Gaveta’, ‘Novelas prohibidas’, ‘Libros prohibidos’. En los regímenes totalitarios la censura engendra una impresionante producción literaria, que tarde o temprano termina por salir a flote.
El Premio Franz Kafka es convocado anualmente por el Proyecto In-Cubadora ((Libri Prohibiti), para premiar un texto de escritores residentes en la isla y que no esté comprometido con ningún otro concurso literario.
Los miembros del jurado se pronunciaron por el inédito ‘La Periferia’, de Acosta Álvarez, “que de manera novedosa se adentra en el mundo Cuba y revisa su realidad desde otro lado. Ese donde a la vez que lo real (o cotidiano) está presente la escritura, sus espacios de juego, su “canto”.
“Estoy muy feliz por el premio. Tengo algunos libros de cuentos publicados, pero nunca antes había escrito una novela. Obtener un lauro con la primera novela que hago es una alegría que no esperaba”, celebró Acosta.
Una reseña apretada del libro premiado fue descrita por Acosta Álvarez: “En medio de una sociedad de consumo marcada por la alienación y los contrastes sociales, una joven emigrante vive en la periferia junto a su esposo desempleado. Cada mañana viaja una larga distancia hasta llegar a la oficina donde gasta gran parte de su tiempo y sus energías. Es víctima del estrés, el agotamiento físico, la violencia y la precariedad. Pese a todo, su vida transcurre de un modo rutinario, hasta que se ve involucrada en hechos que la podrán en peligro a ella y a su familia. La historia se desarrolla en la Ciudad de la Luz, un lugar ficticio al que todos se acercan atraídos por su belleza”, reseño.
Acosta Álvarez es oriunda de Sibanicú, Camagüey, ha cursado estudios en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) y en el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso.
La fuerza de las mujeres
Este mismo año Martha Acosta Álvarez obtuvo el Premio Celestino de cuentos con el conjunto de relatos ‘Cuarenta días y cuarenta noches’.
El premio Celestino es un certamen fundado en la ciudad de Holguín a principios de los años 2000 con el objetivo de promover a escritores jóvenes y que rinde homenaje a Reinaldo Arenas, autor de “Celestino antes del alba”.
El jurado del Franz Kafka para 2018 estuvo integrado por los escritores Rolando Sánchez Mejías, Waldo Pérez Cino y Carlos A. Aguilera, por el Proyecto IN-Cubadora.
Los miembros del jurado decidieron asimismo otorgar una Mención a la novela ‘Terminal’, de la actriz y escritora Lynn Cruz “por su calidad y fuerza”, un texto del que aseguran “es en sí misma (y desde sí misma) una excelente reflexión política”.
Cruz publica regularmente sus crónicas y opiniones en el sitio digital Havana Times, actuaciones suyas en proyectos independientes de teatro han sido censuradas por las autoridades cubanas en los últimos tiempos.
Escribir, dejar que la memoria fluya
Sobre su participación en el concurso, Cruz dijo esta mañana a Martí Noticias que lo había recibido mucha alegría, aunque no se conforma con "una mención más", que al parecer la persiguen a donde va.
"Las menciones indican que los jurados no se ponen de acuerdo, y siempre me dejan un mal sabor. Me ha sucedido como actriz en varias ocasiones en Cuba, y ahora al parecer continúa mi karma como escritora. No obstante agradezco al jurado por haber elegido la novela y sacarla a la luz, aún cuando no será publicada, esto solo ocurre con la obra premiada. Comencé a escribir Terminal en el año 2012", indicó Lynn Cruz.
"Sucedieron varios eventos en mi vida, que me llevaron a la escritura. La obsesión de mi padre con el Partido Comunista se tradujo en mis fiebres con el trabajo", señaló la actriz.
"El actor se convierte en el objeto de deseo de un director. No depende de ti. Pasaba mucho tiempo sin trabajo y la espera comenzó a enfermarme, así surgió Terminal, como desquite al abandono y a la falta de oportunidades. Primero fue un poema, luego un cuento y después tenía una estructura tan abierta que la memoria, el paso del tiempo, la madurez, completaron la idea de un texto largo y así terminé novelando, ficcionando, mi propia vida", concluyó.
A inicios de 2018 la agencia Actuar decidió rescindir el contrato a Cruz, lo que le impide participar en proyectos de actuación por la Escuela Internacional de Cine, Televisión y Video (EICTV) de San Antonio de los Baños, pero en un giro inesperado la agencia estatal, reconoció –en un audio publicado por la actriz- que se cometieron irregularidades al excluirla del catálogo de la institución.
La actriz ha ganado, entre otros reconocimientos, el Premio David Suárez a la mejor actriz en Venezuela, el Premio del Festival de Cortometrajes Cayenne de Nueva York en 2016, y fue nominada a mejor actriz en el Festival de Cine de Los Ángeles en 2015 por el corto Finales.
Además de teatro, Cruz ha actuado en varios filmes cubanos como 'La Pared', 'Larga Distancia', 'Eres tú papá' y el documental 'Nadie', de Miguel Coyula.
Un nicho para la escritura libre
El Premio Franz Kafka de Novela concede remuneración económica sin precisar ylos organizadores se comprometieron en el lanzamiento de la convocatoria que “distribuirá los libros en Cuba a través de la red de bibliotecas independientes, presentes en toda la isla. El autor contará con 50 ejemplares para su uso personal y con una presentación del libro en República Checa y/o otros lugares”.
Los novelas y autores ganadores han sido:
“La sangre de la libertad”, Orlando Freire Santana en 2008; “Boring Home”, Orlando Luis Pardo Lazo en 2009; “El Carnaval y los Muertos", Ernesto Santana en 2010; “Un día de entrenamiento”, Ahmel Echevarría en 2011; “Larga es la noche”, Frank Correa, 2012; “El verano en que Dios dormía”, Ángel Santiesteban-Prats en 2013; “Un mundo tan blanco”, Julio Jiménez, 2015; “Shlemiel. Aventuras y desventuras del señor Mostaza”, de Abel Fernández-Larrea, 2016 y “Los amores ejemplares”, Nonardo Perea, 2017.
En una entrevista hecha por correo electrónico con la casa editorial Fra en 2013, lo editores dijeron que la idea del concurso era hacer "visible" una serie de novelas que por razones políticas y/o civiles eran (son) impublicables en Cuba. En general, la idea es, publicar "novelas sobre la crisis y el devenir crítico de la sociedad cubana".