Dos periodistas independientes cubanos, Manuel Guerra Pérez y Lisbey Lora, aparecen entre los 259 comunicadores encarcelados en el mundo en 2016, una cifra récord impulsada por 81 solamente en Turquía, que reportó el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) hasta el 1ro de diciembre.
Los dos cubanos representan la mitad de los cuatro enviados a prisión en América Latina, que incluyen también a uno en Venezuela y otro en Panamá.
La policía arrestó a Guerra Pérez, director del boletín independiente Cimarrón de Mayabeque, y a su editor Lora el 28 de noviembre de 2016. Cimarrón de Mayabeque forma parte de la red de publicaciones locales independientes apoyadas por el Instituto Cubano para la Libertad de Expresión y la Prensa (ICLEP) que dirige en Miami el ex preso de conciencia Normando Hernández.
Los periodistas fueron detenidos mientras investigaban hechos para reportajes que pensaban publicar, Vladimir Turró Páez, quien ha colaborado con el boletín y escribió sobre su arresto para Cubanet, dijo al CPJ que la policía allanó sus domicilios y les confiscó materiales y equipos de trabajo, incluyendo una computadora y una impresora para producir el boletín.
Los redactores de Cimarrón de Mayabeque habían recibido amenazas y habían sido detenidos en ocasiones anteriores por sus informaciones, dijo Hernández al CPJ.
El 17 de junio Guerra Pérez y Lora fueron detenidos brevemente junto a los periodistas Aníbal Alemán Jiménez, Rosa Avilés y Turro Páez. Las autoridades los interrogaron acerca de la publicación y los liberaron sin cargos.
En 2015 el Censo de Periodistas en Prisión del CPJ no incluyó a ningún cubano.
El que ridiculizó a Maduro
El periodista preso en Venezuela identificado en el informe es Braulio Jatar Alonso, del digital Reporte Confidencial.
Agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) de Venezuela, detuvieron a Jatar, quien administra el sitio web, al día siguiente de que informara sobre una protesta espontánea contra el presidente Nicolás Maduro.
Jatar publicó texto y video acerca de cómo residentes del vecindario Villa Rossa de Porlamar, la mayor ciudad de Isla Margarita, recibieron al presidente venezolano con abucheos e insultos y tocando cacerolas. Maduro tuvo que cancelar abruptamente sus planes para inaugurar edificios de apartamentos renovados en el barrio, y el incidente hizo titulares de noticias internacionales.
El periodista fue detenido al otro día mientras se dirigía a una emisora local. Las autoridades afirmaron que tenía en su poder el equivalente a 43.000 dólares en efectivo, que según ellos se utilizaría para financiar un "ataque terrorista" durante la cumbre del Movimiento de los Países No Alineados en la isla el 13 de septiembre de 2016.
El periodista preso en Panamá es Okke Ornstein, un holandés radicado en ese país que dirige el sitio web de noticias Bananamá Republic. Fue detenido el 15 de noviembre cuando llegó al aeropuerto internacional de Ciudad de Panamá, en relación con una condena por difamación dictada en 2012.
Ornstein recibió una pena de 20 meses de prisión después de que un canadiense, Monte Friesner, presentara una denuncia por un reporte en el que el comunicador le acusaba de prácticas comerciales dudosas en Panamá. Fue condenado en un segundo caso de difamación en 2013 y sentenciado a 18 meses de prisión en relación con informaciones sobre las prácticas perjudiciales para el medio ambiente de una empresa en ese país.
Según la relación de casos del CPJ, casi tres cuartas partes de los 259 periodistas presos en todo el mundo son acusados de cometer delitos contra el Estado.
"Los periodistas que recogen y difunden información prestan un servicio a la sociedad, y sus derechos están protegidos en virtud del derecho internacional. Por ello, resulta escandaloso que tantos gobiernos violen sus compromisos internacionales al encarcelar a periodistas y suprimir las expresiones críticas", declaró Joel Simon, director ejecutivo del CPJ.