Colombia entregará a las Naciones Unidas un expediente con pruebas "fehacientes y contundentes" que demuestran el apoyo de Nicolás Maduro a grupos armados ilegales en Venezuela, anunció el miércoles el presidente Iván Duque al calificar como una "tiranía" el gobierno del mandatario socialista.
Colombia acusa a Maduro de proporcionar refugio a integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y antiguos líderes y combatientes de la desmovilizada guerrilla de las FARC que anunciaron a finales de agosto su regreso a la lucha armada, desconociendo un acuerdo de paz de 2016.
"Como presidente de Colombia, haré entrega de las evidencias que sustentan esta afirmación al presidente de la Asamblea y al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas", dijo Duque.
"Este dossier, de 128 páginas, contiene el acervo probatorio que demuestra la complicidad del régimen de Nicolás Maduro con los carteles terroristas que atentan contra el pueblo colombiano", agregó al revelar que 20 excomandantes de las FARC que traicionaron el acuerdo de paz residen en Venezuela.
El presidente colombiano aseguró que el informe también revela la ubicación de más de 1.400 hombres en armas pertenecientes a los bloques más peligrosos del ELN, 207 ubicaciones controladas por esta organización criminal en territorio venezolano y 20 pistas de aterrizaje utilizadas para actividades de narcotráfico.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, en declaraciones a periodistas en la ONU calificó el discurso de Duque como "vergonzoso".
Colombia es el principal destino de miles de venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social en la nación petrolera, donde existe escasez generalizada de alimentos y medicinas. Más de 1,4 millones de venezolanos residen actualmente en territorio colombiano.
"Los crímenes de Nicolás Maduro contra su pueblo son solo comparables con los de Slobodan Milosevic en la antigua Yugoslavia. Nosotros no podemos ser testigos indolentes de tanto dolor en nuestra Latinoamérica", insistió Duque.
Colombia hace parte de un grupo de más de 50 países que reconoce al opositor Juan Guaidó como el líder legítimo de Venezuela, rechazando la reelección de Maduro con el argumento de que aseguró un segundo mandato mediante una votación fraudulenta.
Maduro, acusa a Guaidó de ser un títere de Estados Unidos y a Colombia de hacer parte de un plan con el Gobierno de Washington para atacar a Venezuela y derrocarlo.
Los países latinoamericanos acordaron el lunes imponer sanciones a algunos miembros del gobierno de Maduro como parte de los esfuerzos para obligarlo a dejar el cargo, pero expresaron reservas sobre cualquier uso de la fuerza.
Las medidas permitirían a los gobiernos congelar activos pertenecientes a funcionarios vinculados a Maduro dentro de sus países, dirigidos a sospechosos de actividades ilícitas, corrupción y violaciones de los derechos humanos.