El Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró el jueves que la tardanza en la aplicación de un programa que da entrada legal en el país a profesionales cubanos de la salud que desertan de sus misiones en el exterior no tiene "ningún lazo, ninguna conexión" con la nueva política hacia Cuba, a pesar de que La Habana se ha quejado periódicamente.
"Absolutamente no", enfatizó el portavoz John Kirby durante la rueda de prensa habitual de la Cancillería estadounidense, respondiendo a la pregunta de si los esfuerzos por normalizar los vínculos con Cuba habrían afectado la implementación del programa.
Las preguntas fueron formuladas con respecto a la presencia de cientos de médicos, odontólogos, técnicos y enfermeras que llevan más de un año esperando viajar a Estados Unidos en Colombia, sin permiso para trabajar, después de huir de sus misiones médicas en Venezuela.
El periodista citó a fuentes del Departamento de Seguridad Interna según las cuales el procesamiento de esas visas parole, instituidas bajo la administración de George W. Bush, debería tardar de cuatro a seis semanas.
Kirby dijo que los retrasos no tienen conexión alguna con el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba y que no se trató el tema en la reciente reunión en La Habana entre los cancilleres Kerry y Rodríguez, si bien los diplomáticos cubanos participantes en el diálogo "han expresado periódicamente su preocupación por el programa".
El vocero, por otra parte, desligó al Departamento de Estado del asunto, señalando que se trata de un programa administrado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, USCIS.