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EEUU delinea su estrategia ante la OEA para defender la democracia y los derechos humanos


Francisco O. Mora, representante de EEUU ante la OEA. (Foto: United States Department of Defense).
Francisco O. Mora, representante de EEUU ante la OEA. (Foto: United States Department of Defense).

Estados Unidos considera que la Organización de los Estados Americanos (OEA) debe seguir siendo el principal foro de debate para abordar los retos y preocupaciones en la región.

Así lo señaló este jueves el embajador de EEUU ante la OEA, Francisco Mora, durante una conferencia de prensa, convencido de que este organismo internacional debe demostrar su relevancia en toda la región para “defender la democracia y los derechos humanos”.

“Particularmente en este momento, cuando estamos viendo un esfuerzo por debilitar a las democracias y violar los derechos, creo que ahora la OEA es más importante que nunca”, comentó.

Mora fue nominado a mediados del 2021 por el presidente de EEUU, Joe Biden, pero no fue confirmado por el Senado hasta finales del año pasado. El diplomático estadounidense de origen cubano llega en un momento especialmente convulso en la región, donde se han desatado algunas crisis políticas y sociales, y con la mirada puesta en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.

A favor del pueblo de Nicaragua

En cuanto a la nación liderada por Daniel Ortega, Mora cree que la “OEA se ha pronunciado claramente de una manera positiva a favor del pueblo y la democracia nicaragüenses” y debe seguir haciéndolo, a pesar de la negativa del gobierno centroamericano.

“Lamentablemente el régimen de Ortega-Murillo no está y no tiene interés ni voluntad en entrar en conversaciones, no solo con la OEA, sino con su mismo pueblo”, dijo, insistiendo en que “la OEA y Estados Unidos estarían dispuestos a tener conversaciones” en pro de la democracia del país y siempre que “hubiera seriedad por parte de Nicaragua para tener un diálogo abierto, honesto”.

A mediados del año pasado, Ortega renunció a que Nicaragua tuviera presencia diplomática ante la OEA, al considerar que su país “tiene dignidad” y “no acepta imposiciones” desde el exterior. Además, advirtió que los miembros de su Ejecutivo estaban “dispuestos a dar la batalla contra Goliat, si Goliat nos agrede”, haciendo una clara alusión a las medidas que se pudieran derivar en ese entonces en forma de sanciones.

“Nicaragua decidió hace un año retirarse de la OEA porque no quiso soportar la presión, el esfuerzo por parte de los miembros de la OEA y de la Comisión Interamericana, que habían hecho importantes informes sobre derechos humanos. Simplemente se autoaisló del sistema interamericano y no ha querido tener ninguna conversación con la OEA, con ningún otro organismo internacional y mucho menos con su pueblo”, reaccionó Mora.

Expectativa por Venezuela

Mora también habló de la situación en Venezuela, un país que, al igual que Nicaragua, también se retiró de la OEA en 2019. “Desde hoy la República Bolivariana de Venezuela no pertenece a la OEA. Estamos fuera de la OEA por voluntad del pueblo, habiendo cumplido con todo lo que establece la carta fundacional de la OEA”, anunció el canciller Jorge Arreaza en ese momento.

Desde entonces, se han producido algunos cambios, y gobierno y oposición se han acercado.

El representante estadounidense ante el organismo internacional no entró a valorar los diálogos entre el oficialismo y la oposición que han tenido lugar en los últimos meses con la intención de buscar una salida a la profunda crisis que vive el país, pero se mostró convencido de que si esos acercamientos son fructíferos para lograr “unas elecciones libres y justas” en el país, no hay motivos para pensar que esa nación latinoamericana vuelva a tener presencia diplomática en la OEA.

“Cuando eso suceda en Venezuela, no hay por qué pensar que el próximo gobierno que esté después de esas elecciones libres, justas y verificadas, pueda regresar con un representante ante el Consejo Permanente”, señaló.

Políticas medioambientales

Por otro lado, el diplomático estadounidense confirmó que, además de seguir impulsando políticas de recuperación por el coronavirus, la estrategia del gobierno de EEUU pasa por promover políticas medioambientales y así afrontar las consecuencias del cambio climático con “acciones y medidas concretas” y que no tienen que ver únicamente con desastres naturales.

“El cambio climático, por ejemplo, está provocando la migración que estamos viviendo en muchos países. Es una amenaza que afecta y provoca problemas alimenticios”, manifestó al respecto.

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