El régimen de Cuba y sus tribunales pretenden argumentar “que la mayoría de los manifestantes del 11 de julio eran delincuentes", pero "la verdad es que las protestas fueron masivas y pacíficas”, dijo este jueves la Embajada de EEUU en La Habana.
Los cubanos que se manifestaron el 11 de julio en la isla pedían simplemente "que los gobernantes escucharan sus legítimas quejas”, subrayó.
“En lugar de respetar su libertad de expresión, su libertad de reunión y su libertad de pensar diferente, el régimen ha convertido a más de 700 cubanos del 11J en nuevos presos políticos”, afirmó la sede diplomática en un mensaje repetido en Twitter por el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols.
La semana pasada, el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, también mencionó la situación de los derechos humanos en Cuba. “Estamos muy preocupados por la salud de los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel El Osorbo Castillo”, dijo Price.
Además, instó a la dictadura castrista a cesar su política de “encarcelar a sus ciudadanos por ejercer su derecho a la libertad de expresión”.
De forma similar se ha expresado Amnistía Internacional en varios informes. El año pasado, envió una carta al gobernante Miguel Díaz-Canel para recordarle que “según el derecho internacional de los derechos humanos, el derecho a la libertad de expresión y de reunión sólo puede restringirse en circunstancias muy limitadas”.
“Es incompatible con el derecho internacional acosar, intimidar, estigmatizar, detener, recluir, juzgar o encarcelar a una persona exclusivamente por mantener una opinión”, precisó la organización pro derechos humanos.