Las autoridades de Nicaragua han despedido al menos a 10 profesionales de la salud en aparente represalia por expresar su preocupación sobre el manejo del gobierno de Daniel Ortega de la crisis generada por la Covid-19, señaló hoy Human Rights Watch, HRW.
"El régimen de Ortega debería permitir de inmediato que los profesionales de la salud se reincorporen a sus puestos, compensarlos por los salarios que no percibieron y adoptar medidas efectivas para responder a la pandemia", indicó la entidad.
"El 18 de mayo de 2020, más de 700 profesionales de la salud del sector público y privado firmaron una carta en la cual exhortaron al gobierno a reconocer la propagación comunitaria del virus en Nicaragua y a adoptar las medidas de prevención recomendadas por la Organización Mundial de la Salud", precisó HRW.
Eso fue en rechazo al discurso oficial, según el cual el virus ha tenido poco impacto en el país, y menos de un mes después varios de los firmantes fueron removidos de sus cargos.
“Ortega busca intimidar y castigar a profesionales de la salud por intentar proteger la salud de los nicaragüenses y por ejercer su derecho fundamental a la libertad de expresión”, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
“El gobierno pasó de negar la pandemia a intentar ocultar de manera deliberada las consecuencias de su vergonzosa falta de respuesta frente al virus. Despedir arbitrariamente a profesionales de la salud en un contexto de pandemia sólo incrementa la posibilidad de que ocurra un desastre”, subrayó.