Un grupo de 50 personalidades relacionadas con la realidad de Cuba se lamentaron en Carta abierta al Congreso de Estados Unidos porque "la nueva política del presidente Barack Obama es una gran victoria para el régimen represivo en Cuba y para los hermanos Castro, que aun mandan en la isla".
La carta fue publicada este miércoles como un anuncio del Centro para una Cuba Libre, en la edición impresa del diario The Washington Post.
La opinión de los firmantes es que el Gobierno cubano será favorecido con el nuevo acuerdo: "El régimen, de cara a la posible pérdida de financiación venezolana, recibirá, bajo la nueva política del Presidente, un impulso diplomático y económico mayúsculo de parte de Estados Unidos".
Los firmantes opinan que el gesto de Estados Unidos beneficiará a los militares que manejan los hoteles internacionales de la isla y que la tecnología solo promoverá mayor control de la información de parte del régimen de La Habana.
La misiva asegura que con estas acciones se "ignora los sacrificios del movimiento disidente cubano, pone la seguridad de Estados Unidos en riesgo y erosiona la reputación de campeón de los Derechos Humanos y la libertad que tiene Estados Unidos". Entre los argumentos para estos planteamientos, el medio centenar de firmantes se apoya, entre otros, en que en 2014, comprendido en el periodo de los 18 meses de conversaciones entre las dos naciones "8 mil 889 disidentes pacíficos fueron detenidos", lo que resulta más del 40% más que en 2013.
Finalmente el Centro para una Cuba Libre y el grupo de firmantes considera que levantar el embargo no haría más que hacer llegar dólares de los turistas norteamericanos y de los inversores a los bolsillos de las empresas del Gobierno de Cuba, cuyo control de la economía implica que se quede con "92 centavos de cada dólar del salario de cada trabajador" que se desempeña en una compañía extranjera.
Por ello, los signatarios urgen al Congreso de Estados Unidos a que se oponga al acuerdo con Cuba. "Hasta que los Derechos Humanos fundamentales sean respetados en Cuba y se abra un camino claro hacia la libertad de acuerdo al Acta de la Libertad de 1996, Estados Unidos debe aumentar la presión económica sobre la dictadura e incrementar el apoyo al movimiento pro democrático disidente", finaliza la carta abierta.
En una primera copia del anuncio que circuló en varios sitios de internet figuran las firmas de James Cason, alcalde de la ciudad de Coral Gables y ex secretario de la Oficina de Intereses en La Habana; el ex preso político Jorge Luis García Pérez (Antúnez); Armando Valladares, embajador ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas; Sebastián Arcos Cazabón, ex prisionero político cubano y director asociado del Cuban Research Institute, de la Universidad Internacional de la Florida (FIU); Jorge Blanco, presidente de la Amex Nickel Corp; Alexander Guerrero, profesor asistente por la Universidad de Pennsylvania y Antonio Rodiles, director del proyecto Estado de Sats; entre muchos más.
También incluía al pie de la tercera columna de nombres el de la activista Rosa María Payá. Sin embargo, la hija del fallecido líder opositor Oswaldo Payá, fundador del Movimiento Cristiano Liberación, publicó en su cuenta de Twitter una aclaración explicando que no había firmado dicha carta: