La irritación de los estudiantes universitarios cubanos escaló hasta desembocar en una movilización colectiva que se expandió por el país tras el anuncio de ETECSA de paquetes de datos móviles diferenciados para los alumnos de los altos centros de estudios.
La medida, que pretendía apaciguar los ánimos, tuvo un efecto contrario y los estudiantes de la Facultad de Matemática y Computación (Matcom) de la Universidad de La Habana (UH) anunciaron un paro de la asistencia a las actividades lectivas en las próximas horas.
Este miércoles, la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos se sumó a las protestas estudiantiles que comenzaron el 31 de mayo, luego de que el monopolio estatal de las telecomunicaciones avisó sobre la limitación de las recargas nacionales a 360 CUP mensuales y la necesidad de adquirir paquetes adicionales en moneda libremente convertible (MLC).
La Federación Estudiantil Universitaria (FEU), en su instancia nacional, cuestionó la falta de transparencia de ETECSA y advirtió que “no se puede construir un país justo si se limita el acceso a internet”.
Declaraciones similares publicaron en las redes sociales otras facultades, pero, en algunos casos fueron borradas posteriormente, mientras que voceros oficialistas atribuyeron a exiliados la redacción y difusión de los comunicados.
El presidente de la FEU, Ricardo Rodríguez González, acusó a medios alternativos de "fantoches" y de promover el "odio" y la "traición" en torno a lo que llamó "diálogos de respeto y propuestas" en la universidad.
“Lo primero es que los estudiantes, como cualquier otro sector social, tienen derecho a protestar contra cosas que les afecten, de la manera que ellos estimen conveniente”, puntualizó, en conversación con Martí Noticias, el periodista e investigador cubano José Raúl Gallego, asentado en México.
Añadió que, si en un primer momento el régimen trató de usar a la FEU, “una organización paraestatal” para presentar los pronunciamientos como un ejemplo “de respeto a la diversidad de opinión, pues eso se les fue complicando”, luego de que declaraciones más radicales han salido a la luz exhortando a cesar la asistencia a clases hasta que ETECSA reconsidere el aumento de las tarifas.
“Pues ya empezó a cambiar el discurso y han intentado presentarlo como una estrategia desde el exterior, pero lo cierto es que son los estudiantes reclamando por algo que les afecta, y no sólo a ellos, también, al resto de la población”, señaló Gallego.
Los alumnos cubanos demandan la reversión de las tarifas anunciadas el 30 de mayo y el intercambio directo con las autoridades de ETECSA para analizar y proponer soluciones donde se involucre a toda la población.
Gallego resaltó que el llamado a un “parón docente” “desafía por completo la lógica de un régimen totalitario que no puede permitirse este tipo de iniciativas porque, además, y creo que es lo más importante, pueden ser contagiosas para el resto de la población, más en un ambiente donde, en el mes de mayo, se han reactivado las protestas populares con los apagones. Y ellos saben que se acerca el verano, que es una de las épocas más complicadas y que más protestas genera en las personas”.
Las exigencias no han sido contestadas por las autoridades universitarias, pero sí han dicho que, aunque no tienen respuestas concretas, han mantenido reuniones con ETECSA con el fin de solucionarlas.
En un encuentro con directivos de ETECSA, en el anfiteatro Manuel Sanguily, estudiantes de la Universidad de La Habana ratificaron su determinación de mantener el paro docente en rechazo a las nuevas tarifas de internet que califican como una agresión al pueblo cubano.
Declaración de OLA reclama acceso libre a la información
El Observatorio de Libertad Académica (OLA) emitió una declaración este 4 de junio en la que respalda los reclamos de los estudiantes universitarios cubanos y su derecho a convocar un paro de las actividades docentes como protesta a los altos precios de internet anunciados por ETECSA.
“Nosotros hacemos esta declaración, anclados en lo que UNESCO establece al respecto, y UNESCO considera que el acceso a la información y la comunicación a través de la Internet es esencial para la participación plena en una sociedad en condiciones de democracia y para fomentar el desarrollo”, indicó a Martí Noticias Omara Ruiz Urquiola, directora del Observatorio.
“La Universidad está en la base de cualquier política de desarrollo de una sociedad, independientemente del sistema político que sea, es imposible pensar en sacar adelante un país sin acceso a la Internet”, agregó.
OLA aseguró en su comunicado que la actitud de los estudiantes universitarios ante la actual vulneración de la libertad digital es "una expresión legítima del rechazo a las nuevas políticas represivas y a la crisis socio-económica que atraviesa todos los aspectos de la vida en el país".
“El tratamiento clasista que se le está dando al acceso a internet en Cuba es tremendamente nocivo. Se está gestando una profundización de diferencias de clase donde un grupo de personas muy reducido puede tener acceso a internet, mientras que la inmensa mayoría no”, precisó Ruiz Urquiola.
“Nuestros estudiantes, en su mayoría, son personas humildes, provienen de familias que hacen muchísimo sacrificio para que sus hijos puedan llegar a la universidad y no pueden sostener el costo de la internet. Nosotros entendemos que estas medidas gubernamentales son medidas que lastran directamente el proceso educativo, que violan el derecho al acceso a una educación de calidad”, apuntó.
En este sentido, Leonardo Fernández Otaño, investigador de OLA, destacó el problema de accesibilidad a internet en el país, y cómo afecta a la comunidad universitaria “debido a la constante necesidad de acceder a la información y a los recursos online”.
“Apoyamos y acompañamos esta situación de exigencia de reclamos y derechos que realiza la comunidad estudiantil universitaria, a la vez que ratificamos nuestro compromiso de monitorear y acompañar el respeto a los derechos humanos en el espacio académico”.
La institución subrayó la falta de representatividad de la masa estudiantil en la FEU “coartada en su independencia por el régimen y enfatizó en que “la base de la movilidad social radica en la posibilidad de formación de sus recursos humanos, siendo esta garante de cualquier noción de justicia social”.
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