El Congreso de Perú destituyó este lunes al presidente Martín Vizcarra por “incapacidad moral”, al cierre de un segundo juicio político en menos de dos meses, tras denuncias de que había recibido sobornos cuando era gobernador en 2014.
La destitución del popular mandatario fue aprobada por 105 votos, 19 en contra y cuatro abstenciones, superando ampliamente los 87 votos necesarios, al cierre de una maratónica sesión plenaria de casi ocho horas.
“Ha sido aprobada la resolución que declara la vacancia de la presidencia de la República”, declaró tras la votación el jefe del Congreso, Manuel Merino, quien tomará las riendas del país hasta completar el mandato actual, que finaliza el 28 de julio de 2021.
Vizcarra declaró que dejaba el poder “con la frente en alto” y descartó entablar acciones legales para resistir la decisión del Congreso.
"Salgo del palacio de gobierno como entré hace dos años ocho meses: con la frente en alto", dijo Vizcarra, rodeado de sus ministros, en el patio de la casa de gobierno, anunciando que se marcharía de inmediato a su vivienda particular.
“Me voy con la conciencia tranquila y el deber cumplido”, agregó Vizcarra, quien gozó de niveles récord de popularidad en sus 32 meses de gobierno, lo que se reflejó con marchas y cacerolazos en su apoyo en Lima y otras ciudades luego de ser destituido.
Este juicio político fue una suerte de "remake" -pero con final diferente- de otro proceso de destitución del que Vizcarra había salido airoso el 18 de septiembre.
Vizcarra tuvo un destino similar al de su predecesor, Pedro Pablo Kuczysnki (2016-2018), quien no pudo completar su mandato al verse forzado a dimitir por presiones del parlamento.
"Perú sale más debilitado institucionalmente. Merino será un presidente débil, ese es el escenario en un contexto de elecciones generales (en abril de 2021) con pandemia", dijo a la AFP el analista político Augusto Álvarez Rodrich.
En la mañana, al inicio del juicio, Vizcarra presentó personalmente sus descargos ante el plenario del Congreso y negó haber recibido sobornos en 2014, cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua.
"Rechazo enfática y categóricamente estas imputaciones", "no he cobrado soborno alguno", dijo Vizcarra.
Merino, quien será juramentado como presidente de Perú por el Congreso el martes en la tarde, es un político de bajo perfil, casi desconocido para los peruanos, tal como Vizcarra cuando asumió el poder hace dos años y medio.
El arzobispo de Lima, Carlos Castillo, afirmó que al Congreso le faltó "sentido de la proporción" al remover a Vizcarra, lo que es "algo muy grave".
En el juicio anterior, Vizcarra era acusado de instar a mentir a dos funcionarias del palacio de gobierno sobre un cuestionado contrato a un cantante, pero sus adversarios solo consiguieron 32 votos, lejos de los 87 necesarios para removerlo.
Las acusaciones de corrupción no han mellado el alto apoyo ciudadano que tiene este ingeniero provinciano de 57 años, sin partido ni bancada legislativa, que había asumido el poder tras la renuncia de Kuczynski, de quien era vicepresidente, el 23 de marzo de 2018.
Vizcarra destacó en sus descargos que una vacancia (destitución) "es una medida extrema", que no debía ser aplicada por el Congreso "cada mes y medio".
Tras la destitución, Merino se convertirá en el tercer presidente de Perú desde 2016, reflejo de la fragilidad institucional que ha caracterizado al antiguo virreinato español desde su independencia en 1821.
El Congreso destituyó a Vizcarra a cinco meses de los comicios presidenciales y legislativos.
Como en el juicio anterior, no hubo asuntos ideológicos en esta disputa, pues tanto el mandatario como la mayoría parlamentaria son de centroderecha.
Tampoco estaba en discusión el manejo de los grandes problemas de Perú, como la recesión económica, la devastadora pandemia del coronavirus o un foco de difteria que forzó a una vacunación de emergencia.
Vizcarra, quien alzó durante todo su mandato la bandera de la lucha contra la corrupción, destacó en sus descargos que hay 68 parlamentarios con procesos en curso, sin que por eso fuesen destituidos.
Hace un mes, la Fiscalía anunció que investigaría las denuncias contra Vizcarra cuando culminara su mandato en 2021, pues ahora posee inmunidad, pero sus adversarios en el Congreso no quisieron esperar.
Vizcarra acusó a los parlamentarios rivales de querer sacarlo para retrasar las elecciones de 2021 y, de ese modo, prolongar su mandato en el Congreso.
Los gremios empresariales habían pedido evitar la destitución y focalizarse en la reactivación económica y la emergencia sanitaria, mientras que el exmandatario Ollanta Humala (2011-2016) dijo que la destitución “desestabiliza al país”
La pandemia ha contagiado a 920.000 peruanos y matado a 35.000 personas.