Los residentes de Hong Kong se volcaron a las calles este domingo para defender la autonomía de la ciudad y los derechos que desean proteger, en medio de presiones del gobierno central chino de aumentar su presencia política, policial y de seguridad en la ex colonia británica.
En Hong Kong hay libertades que no existen en el resto de la China, como las de expresión, prensa y asociación. Además, es una de las economías más abiertas y libres del mundo, y los servicios sociales son efectivos y modernos (la mortalidad infantil es una de las más bajas del mundo).
La relación Hong Kong-China se conoce como el modelo “Un país, dos sistemas”, el cual fue acordado cuando Gran Bretaña cedió en 1997 el control del territorio a China. Pero ahora es un modelo que está en peligro, han advertido los analistas.
“Los cañones de agua a presión y los gases lacrimógenos han vuelto este domingo a las calles de Hong Kong, para disolver las protestas de mayor tamaño registradas en el territorio autónomo chino desde el comienzo de la pandemia de coronavirus”, informó el diario español El País.
Miles de personas protestaron contra el proyecto de ley que el gobierno chino anunció sorpresivamente la semana pasada. Bajo esa ley, las fuerzas de seguridad chinas podrían operar públicamente en Hong Kong por primera vez, y el Parlamento local perdería poderes. Es una medida que sería incorporada a la Ley Básica de Hong Kong.
Según un artículo de análisis del diario The New York Times, esta acción del gobierno central chino fue un acto deliberado, bien calculado por el presidente Xi Jinping, quien ha estado tomando medidas agresivas en meses recientes.
Xi no siente temor a las quejas de la comunidad mundial, señala el autor de la nota, Steven Lee Myers, quien recordó que China recientemente hundió un barco pesquero cerca de las costas de Vietnam, rodeó una plataforma petrolera de Malasia, y descartó la palabra “pacífica” en su llamamiento anual por la incorporación de Taiwán a su territorio nacional. Además, se registraron tensiones entre soldados chinos e indios en una disputada zona fronteriza.
El senador estadounidense de origen cubano, Marco Rubio, advirtió el 20 de mayo que el gobierno chino está utilizando la pandemia del coronavirus para restringir la autonomía y las libertades del pueblo hongkonés.
Para Amnistía Internacional, la situación de los derechos humanos en Hong Kong es de lo más preocupante, y tal vez siniestra.
Human Rights Watch se expresó de forma similar. “Es un golpe severo a los derechos del pueblo en Hong Kong”. Los residentes del enclave podrán ser arrestados o condenados por protestar, hablar en público, participar en política, y por otras libertades que han tenido por mucho tiempo, añadió la organización civilista.
