En un momento en que Cuba está a la espera de sacar partido a sus exportaciones de tabaco a Estados Unidos con la nueva política adoptada por Obama, y cuando la corporación Habanos S.A. aspira a lograr una cuota de mercado de entre el 25% y el 30% en este país si levanta el embargo, muchos productores están también expectantes sobre qué puede suceder.
Es el caso del llamado "rey de los cigarros" en Cuba, los Vegas Robaína, que se elaboran desde hace más de 150 años en la Finca El Pinar de la plantación Alejandro Robaina, situada a dos horas de La Habana. Esta tabaquera, una dinastía familiar reconocida mundialmente, es objeto de un artículo en Bloomberg que se trasladó hasta el lugar para conocer de primera mano lo que esperan del nuevo clima de apertura con Estados Unidos.
Sin duda, esta marca de cigarros está entre las más valoradas mundialmente, aunque no sea fácil encontrarlos y los que se exportan sean normalmente los de gama media, alejados de los $800 por unidad que, por ejemplo, compran turistas chinos en la fábrica cubana.
Uno de los cigarros que comercializan, los HR Sublimes, se pueden encontrar legalmente en Estados Unidos por $21.95, y los Vegas Robaina por $35 pero, a diferencia de los que se producen en Nicaragua, no pueden ser importados debido al embargo económico. Por eso están a la espera de poder abrir el mercado de lujo en Estados Unidos, donde ya se conocen sus productos.
El responsable de la firma, Hirochi Robaina, de 39 años, de hecho pasa a menudo tiempo en este país abriendo mercado y –cita Bloomberg– incluso su popularidad le lleva a firmar autógrafos y que se hagan colas para conocerle en Nat Sherman, una de las tiendas más selectas de cigarros en Nueva York.
Se estima que si las relaciones entre Estados Unidos y Cuba cambian y se liberaliza el sector, el mercado movería alrededor de $13 billones. Sin embargo, nada es privado en Cuba, e incluso esta finca familiar está controlada en última estancia por Cubatabaco, el monopolio estatal que creó Fidel Castro para nacionalizar todos los bienes del país.
La distribución también es parte del entramado gubernamental, en este caso por medio de Habanos S.A., una empresa conjunta que tiene como socio a la española Altadis, a su vez filial de Tobacco Group Plc de Gran Bretaña.
Aun con dificultades, todos los que elaboran cigarros creen que las expectativas son altas. El vicepresidente comercial de Habanos S.A., Jorge Luis Fernández Maique, dijo recientemente que Cuba podría captar hasta un 30% del mercado estadounidense de cigarros premium. Esta empresa nacional registró ventas por $439 millones en 150 países el año pasado.
Pero esto no es lo único de lo que espera sacar partido la isla, ya que el tabaco, junto con productos como el ron y diversos servicios podrían suponer el comercio anual entre los dos países por un valor de $12.6 billones según un estudio del Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington. Además, ya se han dado pasos en ese sentido, y la prohibición total de venta de cigarros se ha relajado: Los visitantes estadounidenses pueden llevarse a casa hasta $100 en tabaco.
Robaina, nieto del fundador de la prestigiosa marca, cree que el Gobierno cubano se prepara para una nueva era. Según él predice, el Estado destinará más tierras para el cultivo, sembrará más y pagará precios más altos para alentar a los productores. Su opinión es clara: "Si el Gobierno me da más tierra, plantaré más".
Después de cinco décadas de embargo, la fama del tabaco cubano ha resistido bien las circunstancias económicas adversas. Como dice Bloomberg, aunque los cigarros premium de países como la República Dominicana, Nicaragua y Ecuador están muy considerados, los de Cuba siempre han gozado de una mística especial. Eso es, a juicio de muchos expertos, lo que les permitirá colocarse rápidamente entre las principales exportaciones a Estados Unidos si se produce el levantamiento el embargo.
En la actualidad Cuba exporta 100 millones de cigarros premium al año, una importante fuente de divisas para una economía que paga a quienes los producen un salario de $20 mensuales. Teniendo en cuenta que sólo en Estados Unidos se consumen tres veces más cigarros que esa cifra, las posibilidades de crecimiento son grandes.
Como dice este medio, todos están de acuerdo en que Cuba no pasará a dominar el mercado norteamericano, pero en cuanto se amolde la producción a un hipotético nuevo escenario económico, no tardará en copar los mercados internacionales.