El Gobierno cubano implementó una medida que impone un tope de precios a varios productos de primera necesidad que comercializan los mercados estatales y privados de la isla.
La polémica medida, que las autoridades habían anunciado y luego pausado hace apenas una semana, entró en vigor desde el lunes.
Se trata de la Resolución 225 del Ministerio de Finanzas y Precios, publicada en la Gaceta Oficial No. 61 (ordinaria), que establece un precio tope para el pollo troceado, aceites comestibles (excepto el de oliva), leche en polvo, pastas alimenticias, salchichas y detergente en polvo.
Una nota difundida por la prensa estatal, controlada por el Gobierno, dijo que la medida era "temporal" y aclaró que los productos, a su vez, quedaron exonerados del impuesto aduanero de importación.
Listado con los nuevos precios topados
Según la tabla con la lista de productos publicada en la Gaceta, el precio del pollo queda fijado en 680 pesos el kilo; un kilo de leche en polvo costará 1.675 pesos; un litro de aceite 990 pesos; las pastas 835 pesos; las salchichas 1.075 pesos y el detergente 630 pesos.
Los nuevos precios podrían variar en cualquier momento, según las autoridades.
A partir de la entrada en vigor de la normativa, los ministerios de Finanzas y Precios, Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Comercio Interior revisarán "periódicamente el comportamiento de los precios de importación" de estos productos "para determinar las actualizaciones que correspondan en sus precios minoristas máximos, así como la propuesta de inclusión de otras mercancías", indica la prensa oficial.
Polémica medida de tope de precios genera controversia
La viceministra de Finanzas y Precios, Lourdes Rodríguez Ruiz, dijo la semana pasada en la televisión estatal que Cuba no implementaría inmediatamente el tope de precios a los productos porque necesitaban escuchar "los estados de opinión de la población”.
La funcionaria dijo que era necesario "continuar los intercambios con los actores económicos sobre las realidades que enfrentan en sus procesos de importación, transportación y comercialización".
Una semana después la medida fue publicada en la Gaceta Oficial.
Los topes de precios habían sido discutidos en una reciente reunión del Consejo de Ministros donde las autoridades dijeron que aplicarían una "política de precios única, inclusiva y en igualdad de condiciones para todos".
La pasada semana el asesor de emprendimiento privado Ángel Marcelo Rodríguez Pita dijo a Martí Noticias que el Gobierno cubano considera que con la medida logrará detener la inflación, pero que será infructuoso el intento.
"Un control de precios en medio de un proceso inflacionario, manteniendo una tasa bancaria inferior a la tasa del mercado informal de divisas, lo que provoca es una contracción de la economía", apuntó el economista.
El economista cubano Omar Everleny apuntó que "los precios no van a bajar" con ese tipo de medidas, sino que "lo harán cuando el Estado incentive la producción, que es lo fundamental".
"La economía no puede seguir bajo indicaciones coyunturales", agregó Everleny.
Las autoridades señalaron en la nota oficial que "en la formación de los precios minoristas de estos productos, los actores económicos reconocen hasta un treinta por ciento (30%) de margen de ganancia sobre costos y gastos, siempre que no excedan los precios definidos".
El economista Orlando Freire Santana explicó que para establecer los topes de precios, las autoridades contemplan el costo de los productos en el exterior, y "entonces se le suma este 30% por encima, que es a lo que se le llama ‘margen de ganancia', que es el precio final del producto a comercializar en las mypimes".
El economista Miguel Alejandro Hayes dijo a Martí Noticias por su parte que una disminución del margen de ganancia de los negocios privados puede afectar la rentabilidad, por lo que "esta medida puede traer como resultado la desaparición" del mercado de la oferta de estos productos de primera necesidad, o al menos su reducción en muchos negocios.
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