El reconocido artista cubano Erik Ravelo completó “DOCTRINA”, una obra de arte que critica con fuerza los actos de repudio en Cuba y el uso de niños en esas acciones represivas.
Ravelo, quien utiliza la imagen del dictador cubano Fidel Castro y a un niño crucificado (pero con el rostro pixelado), publicó la imagen en Facebook y declaró en letras mayúsculas:
BASTA ACTOS DE REPUDIO. NO A LA PRESENCIA DE NIÑOS EN ACTOS DE REPUDIO. NO AL ADOCTRINAMIENTO POLÍTICO INFANTIL.
Luego, en su texto, elabora sobre el significado de “DOCTRINA” en relación con sus experiencias personales y otras obras suyas, las cuales no reflejan temor alguno a abordar temas sociales y políticos.
“Yo tuve una infancia feliz en Cuba, esa es la verdad. Claro era un niño y no pensaba en muchas cosas. Ya grande gracias a Dios he tenido la oportunidad de viajar bastante, también he conocido más la realidad de mi país y comparando seguramente siento que fui un niño afortunado. Hablo de realidades que nadie me contó, que vi con mis propios ojos. Pero sobre esos temas, y sobre otros que también denuncian la difícil situación de la infancia hoy en día a nivel mundial. Ya he hablado en mi serie: LOS INTOCABLES”.
“DOCTRINA, creo, es la versión cubana de esta serie. Que se puede encontrar fácilmente en internet. Y nace en relación al hecho, del uso de niños por parte del gobierno cubano en ‘Mítines de Repudio’. Es una práctica extendida en todo el territorio nacional", asegura el artista nacido en La Habana y emigrado a Argentina en los noventa y luego a Italia.
“Estos actos contra artistas, disidentes y opositores al gobierno de Cuba”, dice Ravelo, “son actos de violencia profunda donde un niño corre peligro físico constante. Pues más allá de la violencia verbal y los gritos, vuelan piedras, palos y hasta machetes pueden verse frecuentemente. Pero estoy convencido sinceramente, que el peligro más inminente sea el daño psicológico. El cual temo, sea el más difícil de curar. Es algo que llevará dentro por el resto de la vida”.
“Y ni siquiera logro imaginar lo que puede llegar a sentir un niño que tiene que soportar, y hay que decirlo. Sobrevivir junto a su familia un acto tan violento como un acto de repudio en su contra”, comentó el artista, cuyo trabajo ha estado vinculado a prestigiosas organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras.
En ese sentido, describió una experiencia personal sobre este tema, la cual lo marcó para siempre. Fue cuando estudiaba en la escuela primaria Orlando Pantoja. “El profesor nos sacó de la clase, y nos llevaron a tres cuadras de la escuela a ‘Un Acto de Repudio’. Sin preguntar, ni explicar nada y menos que menos pedir ningún permiso a nuestros padres. En donde agredieron y violaron la propiedad y los derechos más fundamentales de un grupo de opositores. Esa tarde una señora anciana, madre de un opositor fue agredida, golpeada y prácticamente linchada delante de mí. Le rajaron la cara con un casco de constructor”.
“Le reventaron los espejuelos”, continúa su descripción de este recuerdo. “Sangrante, se la arrebataron a la masa enardecida y la metieron en una patrulla. Y se la llevaron. Fue en la calle H entre 13 y 15 en el Vedado. Nunca voy a olvidar semejante barbaridad. Nunca. Todavía me acuerdo tan triste canción que les cantaban en Coro. NO LOS QUEREMOS MÁS, NO LOS QUEREMOS MÁS, NO LOS QUEREMOS MÁS QUE SE VAYAN PAL CARAJO Y QUE NO JODAN MÁS!!!! Yo estaba en quinto o sexto grado”.
Así nace DOCTRINA, dice Ravelo, “porque si bien muchas personas puedan llegar a pensar que en Cuba la infancia está libre de peligros. En mi opinión se equivocan. Pues la Educación en Cuba es el templo más elevado del lavado de cerebro. Y desde joven edad, niños cubanos están expuestos a la retórica de la violencia, al odio y a un fuerte adoctrinamiento político”.
Acerca del uso de la imagen de Fidel Castro, hace una comparación con lo que ocurre cuando critica a otros gobernantes, de otros países. Conversando el miércoles con el diario 14ymedio, dijo que "no puede ser que yo haga a Trump con un niño inmigrante crucificado y estando en Estados Unidos no me pase absolutamente nada, o que haga a Salvini en Italia y a Merkel en Europa, o al Papa viviendo por más de 18 años en Italia y que con Cuba sea diferente".
"Yo hago arte, y si el arte es criminalizado o un artista es censurado, en realidad nos toca a todos", dijo a 14ymedio, al explicar que sintió la necesidad de abordar este tema porque los actos de repudio "son una de las páginas más tristes, más bajas y más inhumanas" de la historia de Cuba.