El 83 Congreso del Pen-Internacional -celebrado este año en Lviv, Ukrania- decidió presentar ante sus delegados de más de noventa países la propuesta de un PEN Habana, representado por los escritores Antón Arrufat y Reinaldo Montero, lo que ha traído la repulsa de la dirección del Pen-Club de Escritores Cubanos en el Exilio.
La cita de escritores, celebrada entre el 18 y 22 de septiembre, donde se aprobó la creación de representaciones del PEN en Gambia, el sur de la India y Cuba, tuvo como invitados a la premio Nobel de Literatura Svetlana Alexievich (Belarús), el repetidas veces nominado Adam Zagajewski (Polonia), así como Peter Pomerantsev (UK), Paul Auster (USA) and los escritores ukranianos Yurii Andrukhovych, Andrey Kurkov, Sergiy Zhadan, Olena Styazhkina, entre otros.
Este 1ro de octubre la organización de escritores cubanos en el exilio envió una comunicación electrónica a todos sus miembros, rechazando la decisión de incluir un capítulo desde La Habana, y alegando el carácter oficialista “que tiene todo lo que emane o autorice la dictadura totalitaria que por cerca de 60 años asola la isla”.
Los argumentos de los escritores exiliados cubanos se enfocan en que el resultado de la votación “atenta contra los principios de libertad que animaron la fundación del PEN-Internacional en el año 1921”.
La carta está firmada por los escritores y expresos políticos Ángel Cuadra (Presidente de Honor), José Antonio Albertini (Presidente en funciones) y el periodista y poeta Luis de la Paz como Secretario.
Martí Noticias conversó con Albertini, quien declaró -tal como consta en la misiva- que supieron por voces amigas dentro del congreso que parte de la carta enviada no fue leída en la sesión correspondiente e informa: “Supimos que nuestra carta no fue leída en su totalidad (…) omitiéndose o censurándose las partes en que nos referíamos con ejemplos concretos y recientes a la represión brutal que los creadores libres siguen padeciendo en Cuba, con total silencio cómplice de aquellos (Arrufat, Montero) que solicitaron y obtuvieron una sede del PEN para La Habana”.
Desacuerdos ¿insalvables?
El 23 de agosto el director del PEN-Internacional, Carles Torner, comunicó a los miembros en Miami que luego de dos años, el trabajo con Arrufat “estaba llegando a buen puerto”. Reinaldo Montero asisitió al congreso de septiembre en representación de la futura membresía con sede en La Habana.
Antón Arrufat habría inaugurado un liceo en La Habana, explica Torner a Angel Cuadra, y luego de escuchar las razones del rechazo, el PEN Internacional decidió seguir adelante.
“Somos conscientes de que el recorrido del nuevo centro será largo y que la libertad de expresión sigue estando en entredicho en Cuba”, afirma Torner.
La carta del PEN en el exilio no tardó y entre otras razones volvieron a insistir en que esa membresía, de funcionar autonómicamente, se exponía a la persecución y argumentaron con más ejemplos.
“(…) Sin hacer énfasis en los poetas María Elena Cruz Varela y Raúl Rivero, entre otros muchos creadores encarcelados y más tarde, por fuerza expatriados, recordamos al recientemente encarcelado escritor Ángel Santiesteban-Prats, a quien nuestro PEN adoptó como prisionero de conciencia…”, explica Cuadra en su misiva a Londres.
La carta enviada este 1ro de octubre denuncia el proceder del PEN-Internacional al omitir en su lectura pública las alusiones a la censura del régimen cubano.
Horas después de haber sido contactado y prefiriera le fuera enviado un breve cuestionario, Arrufat concedió declaraciones a la periodista Yolanda Huerga, de Radio Martí y ofreció detalles de los preparativos para echar aandar el centro en La Habana.
"Hace como dos o tres años nosotros estamos tratando de crear el Pen-Club, a mediados de diciembre... algo así, haremos oficialmente la inauguración (...) vamos a crear una comisión que empiece a estudiar las condiciones de cómo vamos a hacer el Pen-Club", explicó el autor de la una vez proscrita Los siete contra Tebas.
Martí Noticias envió diferentes cuestionarios a los directivos del PEN-Internacional Carles Torner en Londres y Jennifer Clement en México, pero no obtuvo respuestas.