El más reciente discurso del presidente argentino Javier Milei en España ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países.
En su presentación Milei se refirió al reciente episodio protagonizado por Pedro Sánchez, quien a finales de abril se tomó una pausa de cinco días para "reflexionar" si debía o no frente del Ejecutivo español después de que las autoridades abrieran una investigación contra su esposa, Begoña Gómez, por delitos de corrupción y tráfico de influencias.
Aunque no mencionó su nombre, el argentino llamó "corrupta" a la esposa de Sánchez. “No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se toma cinco días para pensarlo”, dijo.
"Milei, con su comportamiento, ha llevado las relaciones entre España y Argentina a su momento más grave", reaccionó el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
“Quien ayer habló no lo hizo en nombre del gran pueblo argentino. En cambio, lo que vivimos ayer en Madrid sí habla del riesgo que representa esta internacional ultraderechista para sociedades como la nuestra”, apuntó este lunes Sánchez.
Para el presidente del gobierno español su homólogo "más allá de la ideología, está la educación y el patriotismo” aunque aclaró que "somos dos países hermanos cuyos pueblos se quieren y se respetan”.
El portavoz de la Casa Rosada, Manuel Adorni, señaló por su parte que “el presidente no va a pedir disculpas, porque no tiene de que disculparse”.
“De hecho, no nombró ni a Pedro Sánchez, ni nombró en el discurso que generó hoy tanto revuelo, no nombró absolutamente a nadie del Gobierno español”, afirmó en declaraciones a LN+.
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