Saily Núñez, esposa del prisionero político del 11J Maikel Puig Bergolla, dijo este miércoles a Radio Martí que a pesar de las presiones que recibió recientemente en la unidad policial de Güines no se callará, porque desea que se haga justicia.
Núñez es parte de un grupo de familiares de manifestantes del 11 de julio sentenciados a largas condenas en prisión que son víctimas de acoso por parte de las autoridades cubanas, debido a sus denuncias en redes sociales y medios independientes.
"Es la misma represión; es querer callarnos, que no denunciemos", afirmó, visiblemente afectada por la situación.
Sobre los represores "encargados" de acosarla, Núñez dijo: "Él siempre viene con su tema, y me persigue. Dice él que es Oliver. Y el otro que estaba ahí en la entrevista era un tal Reinier, decía en el papel que me dejaron a mí, en la citación".
Al borde del llanto, Núñez señaló que no sabe cómo, pero no dejará de hacer las denuncias sobre las arbitrariedades en el caso de su esposo.
"Callarme, no voy a poder; no puedo con una injusticia más, con un problema más. No puedo, porque yo estoy exigiendo mis derechos, aunque aquí no los hayan, aunque no existan, los estoy exigiendo. Porque quiero que se haga justicia", subrayó.
La esposa de Puig Bergolla denunció que el caso de sanción conjunta que pide la fiscalía a su esposo sigue pendiente, y que la demora busca seguirla avasallando, hacerla sufrir. "No sé hasta dónde van a llegar".
Núñez dijo que las autoridades la tildan de "loca", una "bruta", y que con sus denuncias no logrará nada. "Seguiré entonces gritando 12 años como una loca", respondió la mujer, en referencia al tiempo que pasará encarcelado su esposo.
"Si querer decir libertad, y no querer callarme, no querer rendirme, me hace una persona bruta, seguiré siendo bruta", concluyó.
Núñez dijo, además, a Radio Martí que su esposo ha tenido problemas para llamarla desde la prisión de Quivicán, donde cumple una condena de 12 años, según las acusaciones de la fiscalía, por "intentar privar de la vida a dos agentes de la autoridad" durante las manifestaciones populares.
En octubre paso, Núñez lanzó un S.O.S a la comunidad internacional, en un pedido de solidaridad con la situación de su esposo y la de otros presos políticos en Cuba.
“Pedimos la excarcelación de los presos políticos. Mi esposo es padre de dos niños menores de edad, los cuales lo necesitan. El más pequeño está muy afectado tras este encierro, está con una afectación diagnosticada por la psiquiatra infantil”, dijo.
Puig Bergolla, recluido en la cárcel de Agüica, en Matanzas, a 158 kilómetros de su hogar, tiene una sanción adicional de dos años de cárcel por un delito “fabricado” por las autoridades de prisión, ha denunciado su esposa.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)
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