El Cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco comenzará el 7 de mayo, informó el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matheo Bruni.
Un total de 135 cardenales pueden votar por el Sumo Pontífice número 267, pero dos de ellos no acudirán por problemas de salud.
Según las normas de la constitución apostólica de Juan Pablo II, Universi Dominici Gregis, actualizada por Benedicto XVI, que rigen los comicios vaticanos, los cardenales mayores de 80 años no votan, pero pueden participar en las misas.
El cardenal cubano, el Arzobispo de La Habana Juan de la Caridad García Rodríguez, electo en 2019 por el fallecido pontífice, participará por primera vez en el cónclave.
La primera votación, y por tanto la primera fumata, será en la tarde de ese día en la Capilla Sixtina, cerrada al público a partir de este lunes para iniciar los preparativos.
La clausura total comenzará cuando tras el grito "Extra omnes" (¡Todos fuera!), se retiren las personas ajenas al cónclave y se cierren las puertas de la Capilla Sixtina, quedándose solos los cardenales, que prestan juramento de silencio sobre todo lo que allí se diga.
Los cardenales votarán cuatro veces al día a partir del segundo día, 8 de mayo.
La fumata será negra mientras no alcancen un consenso, pero cuando un candidato alcance los 77 votos necesarios para ser elegido, y acepte asumir esa la responsabilidad, el humo será blanco y estará acompañado por el repique de las campanas de San Pedro, seguido por el resto de las iglesias de Roma.
Durante el cónclave, los purpurados residirán en la Casa Santa Marta, la residencia dentro del recinto del Vaticano, donde vivirán totalmente aislados del resto del mundo mientras dure la elección.
Durante su homilía en la Misa del tercero de los novendiales por el Papa fallecido, el cardenal Baldassare Reina, vicario general de la diócesis de Roma, recordó a los cardenales electores que Francisco era un pastor universal, "y la barca de Pedro necesita esta navegación amplia que va más allá de las fronteras y las sorpresas”, dijo, citado por Vatican News.
"Nuestro deber debe ser discernir y ordenar lo que ha comenzado, a la luz de lo que nuestra misión exige de nosotros, en dirección a un nuevo cielo y una nueva tierra”, señaló. El riesgo, apuntó el religioso, es que "se pueda intentar vestir a la Esposa", es decir, a la Iglesia Católica, "según las conveniencias mundanas, guiados por pretensiones ideológicas que desgarran la unidad de las vestiduras de Cristo".
Reina señaló que los cardenales por poder de elección tienen el reto de buscar "un guía que sepa gestionar el miedo a la pérdida ante las exigencias del Evangelio (...). Que tiene la mirada de Jesús, epifanía de la humanidad de Dios, en un mundo que tiene rasgos inhumanos”.
Más de 70 mil fieles ya han pasado ante la tumba del Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, según informó la Jefatura Superior de Polícía.
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