Las empresas estatales de la República Popular China están destruyendo el medioambiente en países de todo el mundo, proyecto por proyecto corrupto de infraestructura.
La República Popular China (RPC) es el mayor emisor del mundo de gases de efecto invernadero y de contaminación por mercurio así como el principal consumidor de vida silvestre y productos madereros ilegales. Y las empresas estatales de la RPC están exportando el desprecio del Partido Comunista Chino por el medioambiente a través de los proyectos de infraestructura a menudo corruptos, de la iniciativa del régimen “la Franja y la Ruta” (OBOR).
concluyó que los proyectos OBOR podrían afectar casi a 265 especies amenazadas, incluyendo antílopes, tigres y pandas gigantes.
“En los últimos años, los proyectos respaldados por China en varios continentes han desplazado a poblaciones locales, empeorado la calidad del agua, contaminado las tierras adyacentes y arruinado ecosistemas frágiles”, expresa el Departamento de Estado de Estados Unidos en una hoja informativa del 25 de septiembre sobre los abusos ambientales de China (en inglés). “Muchos proyectos chinos de infraestructuras planificados en todo el mundo producirían un daño similar”.
Un estudio de mayo de 2018 publicado en la revista Nature Sustainability (Naturaleza Sostenible) advirtió que los proyectos OBOR podrían llevar a la “degradación ambiental permanente”, y en noviembre de 2017, el Fondo Mundial para la Vida Silvestre concluyó que los proyectos OBOR podrían afectar casi a 265 especies amenazadas, incluyendo antílopes, tigres y pandas gigantes.
La iniciativa OBOR de Beijing promete nuevas infraestructuras a los países en desarrollo, pero los proyectos, a menudo empañados por la corrupción, carecen de una supervisión adecuada y realizan un trabajo de mala calidad. Los abusos laborales y la deuda insostenible también son comunes, según numerosos informes. En América Latina, la inversión en infraestructura de China podría estar vinculada al aumento del tráfico de fauna silvestre.
La falta de directrices ambientales claras del programa puede dejar a los países enfrentando las consecuencias de proyectos que no cumplen con los estándares internacionales.
En Sudán del Sur, las empresas estatales de la RPC, incluida la Corporación Nacional de Petróleo de China, han financiado consorcios petroleros que contaminaron el agua y el suelo con productos químicos tóxicos, según informa Prensa Asociada. Los residentes que viven cerca han sufrido un número alarmante de problemas de salud, incluyendo malformaciones congénitas.
Un consorcio petrolero apoyado por la República Popular China también se ha involucrado en la corrupción, utilizando fondos destinados al desarrollo para apoyar los lujosos estilos de vida de los políticos de alto nivel, informó AP, al citar un informe de septiembre de 2019 de The Sentry, un grupo de observación con sede en Washington.
Estados Unidos sancionó a Union Development Group Limited (UDG) una empresa estatal de la República Popular China, por el papel que desempeñó en la corrupción en torno al desarrollo de un complejo turístico multimillonario en Camboya. El proyecto abarca casi el 20 % del litoral del país y más de 36.000 hectáreas de tierra. Esto incluye parte del protegido Parque Nacional Botum Sakor, hogar de especies de fauna silvestre en peligro de extinción ya amenazadas por la caza furtiva.
Los funcionarios de Estados Unidos dicen que UDG se registró fraudulentamente como una entidad de propiedad camboyana para arrendar la tierra antes de volver al control de la RPC. La empresa, a través de un general camboyano de alto rango sancionado por Estados Unidos por corrupción en 2019, utilizó las fuerzas militares camboyanas por la fuerza para despejar la tierra para el proyecto, destruyendo el medioambiente y perjudicando los medios de vida de los residentes locales.
Con demasiada frecuencia, en realidad fomentan la corrupción, explotan a las comunidades y ofrecen [al Ejército Popular de Liberación de China] un punto de apoyo para el expansionismo
También son preocupantes los informes de los medios de comunicación en los que Phay Siphan, el portavoz del gobierno camboyano, dijo que la zona de inversión de Dara Sakor podría convertirse en área para activos militares, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
“Pekín afirma que sus empresas estatales ofrecen oportunidades económicas a Camboya y a otros países”, dijo el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en un tuit del 15 de septiembre. “Con demasiada frecuencia, en realidad fomentan la corrupción, explotan a las comunidades y ofrecen [al Ejército Popular de Liberación de China] un punto de apoyo para el expansionismo”.
