Familiares del preso político Loreto Hernández han expresado en las redes sociales su preocupación debido a problemas de salud que ha presentado en la cárcel de Guamajal, en Villa Clara.
Su hija, Rosabel Sánchez, dijo a través de un video enviado a Radio Martí que el miércoles Hernández la llamó desde la prisión.
“Recibí una llamada telefónica de mi papá, en la cual él me comunicó su situación de salud, ya que se ha desmayado en varias ocasiones, perdiendo el conocimiento”.
Agregó Rosabel Sánchez que su padre “tiene mucho descenso de presión, mucha falta de aire”. Especificó en su denuncia que su papá “es asmático, es hipertenso, y es diabético. Es un hombre que tiene 50 años y no reúne las condiciones para estar preso injustamente”.
Sánchez dijo en sus declaraciones que Loreto Hernández ya “hace unos meses sufrió de un pre infarto cuando se encontraba en la prisión de instrucción de cargos, en Caibarién”.
Rosabel Sánchez fue enfática al concluir: “Yo, como hija, estoy muy preocupada por la situación de salud de mi papá, y responsabilizo al carcelero de la prisión de Guamajal, en Santa Clara, en la región central, por lo que le pueda pasar a mi papá”.
El prisionero político Loreto Hernández García, de 50 años, es vicepresidente de la Asociación Yorubas Libres de Cuba, y como su hija ha declarado, padece hipertensión y diabetes.
Hernández García salió a las calles el 11 de julio de 2021 en medio de las protestas populares de ese día, en Placetas, Villa Clara, donde reside. Su detención se produjo el 14 de julio.
El hermano de Loreto, el opositor y exprisionero político, Jorge Luis Pérez García, conocido como Antúnez, ha denunciado desde Miami que el sacerdote Yoruba ya sido brutalmente golpeado por un oficial de la prisión tras ingresar a la misma.
Según ha dicho Antúnez “los militares se niegan a medirle los niveles de glucosa y de hipertensión arterial”, siendo la diabetes y la hipertensión enfermedades consideradas de “alto riesgo” por los especialistas médicos.
El opositor declaró, además, a Radio Martí que su hermano contó a sus hijos que “las pocas veces que le han dado las pastillas, prácticamente se las tiran y le dicen: "confórmate con eso".