Rusia encarceló a dos periodistas de ese país acusados de “extremismo” y un tribunal ordenó el sábado que permanezcan detenidos en espera de investigación y juicio bajo cargos de trabajar para un grupo fundado por el fallecido líder opositor Alexei Navalny.
Konstantin Gabov y Sergey Karelin negaron las acusaciones por las que enfrentarían condenas mínimas de dos años en prisión, y una máxima de 6 por su presunta “participación en una organización extremista”, de acuerdo con tribunales rusos citados por Associated Press.
Según el reporte, Gabov y Karelin están acusados de preparar materiales para un canal de YouTube dirigido por la Fundación para Combatir la Corrupción, creada por Navalny, quien murió en febrero en una colonia penal del Ártico. Las autoridades rusas han prohibido las actividades de la organización opositora.
Gabov ha trabajado para distintas organizaciones, entre ellas la agencia de noticias británica Reuters, mientras que Karelin fue camarógrafo del medio alemán Deutsche Welle y ha colaborado con varios medios de prensa, entre ellos AP.
Varios comunicadores han sido encarcelados en Rusia como represalia por cubrir las actividades de Navalny, entre ellos, Antonina Favorskaya, también detenida y acusada de formar parte de una “organización extremista” por publicar en las plataformas de redes sociales de la fundación de Navalny.
Favorskaya cubrió durante años las audiencias de Navalny en el tribunal y filmó el último video de Navalny antes de su muerte en la colonia penal del Ártico.
A principios de abril, un tribunal ruso amplió a nueve años y medio la condena en prisión impuesta a una antigua colaboradora del fallecido líder opositor. Lilia Chanysheva, que solía dirigir la oficina de Navalny en la región rusa de Bashkortostán, fue condenada por los cargos de "extremismo" que ahora pesan sobre los periodistas detenidos.
Periodistas en la mira del Kremlin
El arresto de Gabov y Karelin son los más recientes en medio de una ola represiva desatada por el Kremlin contra los medios de comunicación independientes y otras voces disidentes.
Tras la invasión a Ucrania, en febrero de 2022, el gobierno ruso aprobó leyes que penalizan lo que considera información falsa sobre el ejército o declaraciones críticas que desacrediten en su desempeño en la guerra contra la nación vecina.
Este mes, la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva, redactora del Servicio Tártaro-Bashkir del medio hermano de la Voz de América, Radio Free Europe/Radio Liberty, cumplió seis meses de encarcelamiento en Rusia por cargos que grupos defensores de la libertad de prensa han calificado como falsos y políticamente motivados.
Otro periodista, Sergei Mingazov, de la edición rusa de la revista Forbes, fue detenido por acusaciones de difundir información falsa sobre el ejército ruso, informó su abogado el viernes.
En marzo de 2023, hace ya más de un año, el reportero estadounidense de The Wall Street Journal, Evan Gershovich, fue detenido en Moscú en medio de un viaje de trabajo. El periodista de 32 años fue acusaciones de espionaje y sigue a la espera de juicio en prisión.
Tanto Gershkovich como el WSJ han negado las acusaciones. Las autoridades rusas, por su parte, no han revelado hasta ahora ninguna prueba que sustente las acusaciones de espionaje en su contra.
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