Más de 250 médicos cubanos radicados en Brasil han sido contratados por el gobierno del norteño estado de Pará, una de las zonas más afectadas por el COVID-19 en el país que, a su vez, es hoy el epicentro de la pandemia.
Y otros estados del norte de Brasil como Marañón, Amapá y Roraima ya han contratado también a médicos cubanos, le dijo a Radio Televisión Martí desde la ciudad de Belem el Dr. Eduardo Herrera, quien forma parte de un grupo de 225 que esperan contratación y ya están allí, invitados por el gobierno local.
“Estamos en un hotel pagado por el gobierno del estado, que ha venido ubicándonos según las necesidades que han tenido”, declaró el Dr. Herrera. “Se espera que la semana que viene estemos todos ubicados”.
Aunque aparentemente el Consejo Federal de Medicina (CFM) de Brasil no quiere contratar a médicos formados en el extranjero, ni siquiera cuando son brasileños que estudiaron en países como Estados Unidos, Argentina, Paraguay e incluso Cuba, dice, la emergencia sanitaria ha obligado a los gobiernos estatales y locales a tomar la iniciativa.
Herrera, cirujano residente en Brasilia, trabajó más de 20 años en los hospitales Calixto García, Salvador Allende y CIMEQ (Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas) de La Habana. En estos momentos, indica, el estado de Pará trabaja en la terminación de nuevas instalaciones que dedicará a pacientes de COVID-19.
“Depende ahora de que terminen el hospital y de que los municipios soliciten médicos”, explica. “He visitado ya algunos hospitales, he visto el trabajo de los médicos ahí, un trabajo muy reconocido por el gobierno de Pará y por los médicos de aquí, que tienen mucha confianza en los médicos cubanos”.
Hasta el momento hay 237 en la ciudad de Belem y 35 en otros municipios, para un total de 272 ya contratados. Esos 35 se dividen en:
-12 especialistas en el Hospital Regional de Castanhal
-Tres médicos en el Hospital Regional Marabá
-Cinco en el Hospital Regional de Capanema
-Cuatro contratados directamente por el Hospital General de São Caetano de Odivelas
-Cuatro para el Hospital de Campaña de Santarém, contratados por la Prefectura de esa localidad
-Dos contratados por la Prefectura de São Félix de Xingú
-Dos por la Prefectura de Agua Azul del Norte
-Y uno en cada una de las siguientes prefecturas: Concordia de Pará, Ananás y Jacareacanga.
“Aunque el CFM dice que con los médicos que hay en Brasil es suficiente, en la práctica no es así; realmente se está viendo la falta de médicos que hay”, subraya el Dr. Herrera. El coronavirus los ha obligado a adelantar la graduación de estudiantes de quinto año de Medicina e, incluso, a pensar en el uso de veterinarios, indica.
A la pregunta de si el impacto del COVID-19 es muy visible en la vida cotidiana de Brasil, el cirujano responde que no tanto.
“La gente no tiene temor de estar en la calle”, dice. “Brasil es también el país con más casos [de pacientes] recuperados. Tienen una estrategia en cuanto a eso: hay muy pocos pacientes que llegan a una UTI (Unidad de Terapia Intensiva); aquí están atacando muy bien la enfermedad en las primeras etapas”.
De Cuba el Dr. Herrera se fue a Santa Lucía antes de seguir camino a Trinidad y Tobago, donde pidió refugio y se lo concedieron. Entonces continuó a Guyana, y de Guyana a Brasil, que, dice él, “tiene una de las mejores leyes para refugiados en toda la región, lo que pasa es que no se cumple”.
Lleva dos años tratando de revalidar su título y no ha podido.
“Lo llevé a la justicia, pero la justicia aquí es demorada; son muchas las dificultades para revalidar tu diploma”, comenta. “Esta va a ser una oportunidad, porque en este y en otros estados como Marañón y Bahía están abogando por revalidar los títulos de médicos formados en el extranjero, sean cubanos o brasileños graduados en otros países”.
Recuerda que la Cámara de Diputados federales aprobó una ley para acoger a los médicos cubanos que no regresaron a su país cuando La Habana rompió unilateralmente el contrato con Brasil.
“Eran alrededor de dos mil médicos, [y lo hicieron] para que pudieran trabajar”, dice. “Eso fue algo totalmente absurdo, porque una persona que ya había trabajado aquí como médico, que su trabajo fue reconocido, y que pasó incluso por universidades donde lo evaluaban, es absurdo que luego digas que se le debe hacer una prueba porque no es médico”.
Lo hacen en contubernio con el régimen de la isla, que es el que trata de poner obstáculos para que los médicos cubanos no sean contratados en cualquier lugar, asegura el Dr. Herrera.
“Así, cuando ven que no los pueden contratar y les ponen trabas donde quiera, van a seguir bajo la bota del régimen, porque ven que si se van de Cuba no pueden ejercer la profesión”, comenta.
Allí en Pará hay un diputado que, siendo médico él mismo, favorece la contratación de médicos formados fuera de Brasil, entre ellos los cubanos, dice. Ahora, como decretaron un estado de calamidad, el gobierno local actúa con más autonomía, explica.
“La situación de salud aquí es un poco compleja, y no solo por el COVID-19”, observa el Dr. Herrera. “En esta época tienen también el dengue, el chikunguña”, añade.
Con una población de 210 millones de habitantes, Brasil está por debajo solo de Estados Unidos en contagios y muertes por el nuevo coronavirus. El país reportó 1,262 fallecimientos el martes, para un total de 31,199 desde que empezó la pandemia, y los 28,936 confirmados esa jornada elevaron los casos a 555,383.