La Asamblea de la Resistencia Cubana reafirmó hoy que la cadena hotelera estadounidense Starwood no respeta su propia política de derechos humanos, algo que "luce bien en el papel", y pidió a su director ejecutivo que concrete si está listo para discutir su postura respecto a Cuba en una reunión.
En una carta dada hoy a conocer, la entidad formada por organizaciones del exilio cubano en Miami responde a otra misiva con la que el director ejecutivo de la compañía, Thomas B. Mangas, a su vez respondió a un primer mensaje enviado desde el sur de Florida a la sede central del grupo empresarial en Stamford (Connecticut).
Básicamente la Asamblea de la Resistencia Cubana le pidió a Mangas a fines de julio pasado que la cadena honrase su propia "Política de Derechos Humanos (2015)" y se retirase de los negocios en Cuba, porque los trabajadores cubanos trabajan en régimen de "servidumbre" y no pueden organizarse ni negociar colectivamente, según escribieron en la misiva los exiliados.
La impresión que causa la respuesta de Mangas, con fecha del 5 de agosto, es que "está intentando con mucho palabreo eludir el hecho de que esa cadena viola su propia política de derechos humanos con la participación consciente en la explotación de los trabajadores cubanos por el régimen castrista", dijo hoy a Efe Orlando Gutiérrez, secretario nacional de uno de los grupos de la Asamblea.
El representante del Directorio Democrático Cubano reiteró que las organizaciones del exilio quieren hablar directamente con Starwood y se lamentó de que Mangas no haya hecho referencia alguna a esa petición, por lo que se la reiteran en la misiva enviada con fecha del 9 de agosto.
Starwood, que maneja una decena de marcas como Sheraton, Westin y Aloft, inauguró en junio pasado en La Habana el hotel Four Points, operado en asociación con la empresa estatal cubana Gaviota, y el próximo noviembre abrirá el Hotel Inglaterra, también en la capital de la isla, de la marca A Luxury Collection.
En su respuesta a la Asamblea de la Resistencia, dada a conocer por ésta, Mangas dice que Starwood está "orgullosa" de tomar parte en la "histórica política" del presidente Barack Obama hacia Cuba y opina que va ayudar a ambos países a "prosperar".
También dice que una compañía global con más de 1.300 hoteles alrededor del mundo trabaja con "muchas clases de sistemas políticos" y que en todas partes se atiene a los "mas altos estándares" en el trato a "nuestros asociados, nuestros socios y las comunidades en las que hacemos negocios".
Mangas dice por último que confía en que en Cuba Starwwod satisfará esos "estándares" y eso redundará en beneficios empezando por "los excelentes trabajadores a los que somos afortunados de calificar nuestros asociados en los hoteles que administramos".
En la hasta ahora última comunicación entre la Asamblea de la Resistencia y Starwood, los exiliados señalan su esperanza de que este intercambio de mensajes lleve al grupo hotelero a una "revisión ética" de su sociedad con la "dictadura" de Raúl Castro.
También recuerdan a Mangas que Iván Hernández Carrillo, líder de la Coalición Sindical Independiente de Cuba y firmante de la primera carta a Starwood, a su regreso a Cuba desde Miami fue golpeado en el aeropuerto por agentes del Estado y retenido contra su voluntad.
Ese incidente fue condenado oficialmente por la organización sindical AFL-CIO en una declaración escrita del 4 de agosto que le adjuntaron al directivo de Starwood.
Ante esas formas de "terror" e "intimidación", la Asamblea se pregunta "dónde está" la adhesión de Starwood a los principios internacionales de derechos humanos cuando se refiere a Cuba.
También señalan que los inversionistas "tienen derecho a saber" que Starwood, en lugar de someterse a su política de respeto a los derechos humanos, "hace negocios con el mismo régimen miliar que ha estado violando esos derecho en Cuba durante casi seis décadas".