La organización Human Rights Watch (HRW) investigó las violaciones de derechos humanos cometidas durante la oleada represiva desatada en Cuba entre el 29 y 30 de junio de 2020 contra personas que organizaban una protesta pacífica contra la violencia policial.
En un comunicado publicado esta semana HRW asegura que entrevistó a 15 personas en Cuba por teléfono, incluidas víctimas de abuso y acoso, periodistas y defensores locales de derechos humanos, sobre estos hechos.
Además asegura que revisó y corroboró videos publicados en las redes sociales, publicaciones de grupos locales de derechos humanos e informes de los medios acerca de los actos represivos para impedir que los cubanos se manifestaran el 30 de junio por la muerte a manos de un policía de Hansel Ernesto Hernández Galiano, de 27 años, en La Habana.
"Antes de la protesta planeada, las autoridades cubanas hostigaron y detuvieron a decenas de personas y acusaron a algunos de los delitos de "propagar una epidemia". Algunos disidentes informaron que los datos de su teléfono celular y el servicio telefónico se interrumpieron a partir de la mañana del 30 de junio, en lo que parecían ser restricciones específicas. La protesta fue efectivamente reprimida y no tuvo lugar. Los agentes de policía arrestaron a muchas personas mientras se dirigían a los sitios de protesta y las detuvieron durante varias horas. Las fuerzas policiales arrestaron a 52 personas en relación con la protesta planeada, según grupos cubanos de derechos humanos", describe HRW.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch dijo que la detención arbitraria de personas para evitar que se manifiesten pacíficamente muestra lo que el gobierno cubano está dispuesto a hacer para evitar que se escuchen voces críticas.
"Esto es parte de un patrón más amplio en el que las autoridades cubanas encontrarán cualquier excusa, en este caso, la pandemia, para tratar la disidencia como un crimen, en lugar de establecer formas de permitir que las protestas pacíficas ocurran de manera segura", indicó Vivanco.
HRW reproduce el recuento de grupos de derechos humanos de Cuba que documentaron al menos 84 casos de personas que fueron obligadas a permanecer en sus casas y de 11 personas cuyos datos de teléfono celular y el servicio de internet fueron interrumpidos la mañana de la protesta planeada y al día siguiente. Además las restricciones en los servicios de telefonía fija para los activistas.
Durante la jornada de represión del 30 de junio ocurrieron al menos 78 detenciones arbitrarias y 146 activistas fueron sitiados en sus casas bajo vigilancia policial, según el recuento del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), con sede en Madrid.