Madres y esposas de presos políticos cubanos expresaron a Radio Martí su descontento con la elección de Cuba como miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Miraida Martín Calderín, madre del preso político Bianco Vargas Martín, de 24 años, activista de la Unión Patriótica de Cuba llevado a prisión en 2016, dijo a Radio Martí que llevar a Cuba a este organismo de la ONU es algo indignante.
"Nadie puede estar de acuerdo con eso", recalcó.
En este momento, su hijo se encuentra recluido en la prisión Cinco y Medio de Pinar del Río, cumpliendo una sentencia de 15 años de privación de libertad por los delitos de atentado, desacato, desorden público y tentativa de asesinato.
Por su parte, Graciela Suárez, madre del también preso político Humberto del Real, manifestó que si Cuba fuera cumplidora de los derechos humanos respetaría su propio Código Penal, el cual estipula que los años a cumplir por los sancionados son de 10 meses. Si así fuera, su hijo ya hubiera extinguido la sanción de 30 años que cumple, por lo que afirmó que la inclusión del régimen cubano en la entidad de derechos humanos merece un rotundo NO.
¿Hay derechos humanos en Cuba?, se cuestionó.
Del Real se encuentra recluido en la prisión de Agüica, en Matanzas, sancionado por los delitos de infiltración, entrada ilegal a la isla y actos contra la Seguridad del Estado.
Otra de las entrevistadas por Radio Martí es la activista Lucinda González, esposa del preso de conciencia Silverio Portal Contreras quien ha perdido la visión tras una golpiza en la cárcel.
"A Silverio prácticamente me lo estaban asesinando. Es la alimentación mala, no tienen medicamento, no tienen asistencia médica. Entonces, ¿de qué derechos humanos está hablando Cuba?, subrayó González.
También la esposa del preso político Mitzael Díaz Paseiro, la activista Arianna López Roque ofreció a Radio Martí su opinión acerca de la inclusión de Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"Como esposa de un prisionero político, así como también hermana de lucha de todos los hombres y mujeres que sufren dentro de las prisiones castristas, para mí es algo totalmente indignante, que merece nuestra condena", concluyó.