La Unión Europea (UE) aprobó este miércoles cambios en sus políticas de asilo y migración, entre ellas el que obliga a los países a regirse por un reglamento único para estos asuntos.
La medida pudiera afectar a muchos inmigrantes cubanos que intentan llegar a Europa, utilizando la ruta de los Balcanes, desde Rusia, Serbia o Macedonia y de allí, solicitar asilo en países de la UE como Italia, Alemania, Francia y España, principalmente.
El acuerdo provisional debe ser adoptado formalmente por el Parlamento y el Consejo antes de que pueda convertirse en ley y se espera sea aprobado antes de las elecciones europeas de 2024.
La comisaria europea de Migración, Ylva Johansson, informó en febrero de este año que la Unión Europea (UE) experimentó en 2022 un aumento en las llegadas de migrantes irregulares de Cuba.
Entre los cinco reglamentos nuevos está el protocolo a seguir con las personas que llegan a las fronteras exteriores de la UE, el procesamiento de las solicitudes de asilo y la identificación de quienes llegan.
Según el nuevo reglamento de control, las personas que no cumplan las condiciones para entrar en la UE estarán sujetas a un procedimiento de control previo a la entrada, que incluirá identificación, recopilación de datos biométricos y controles de salud y seguridad, durante un máximo de siete días.
Los países del bloque europeo deberán acatar un único reglamento sobre procedimientos de asilo, y las solicitudes tendrán un plazo de seis meses para una primera decisión-, con límites más cortos para solicitudes manifiestamente infundadas o inadmisibles y en las fronteras de la UE.
También se estableció qué hacer en casos de crisis migratoria repentina para apoyar a los estados miembros que enfrentan una afluencia excepcional de nacionales de terceros países que conduce al colapso del sistema nacional de asilo.
Cuando los inmigrantes son utilizados por terceros países o actores no estatales hostiles para desestabilizar la UE, las nuevas normas prevén una posible derogación temporal de los procedimientos de asilo.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, dijo que se trata de un acuerdo histórico "que funcione y proteja, con un enfoque que sea humano y justo con quienes buscan protección, que sea firme con quienes no son elegibles y que sea fuerte con quienes explotan a los más vulnerables".
El nuevo reglamento de gestión de asilo y migración prevé una solidaridad obligatoria para los países de la UE reconocidos como sujetos a presión migratoria, permitiendo a otros estados miembros elegir entre reubicar a los solicitantes de asilo en su territorio o realizar contribuciones financieras.
La reforma pretende identificar más eficazmente a quienes llegan al territorio de la UE, añadiendo imágenes faciales a las huellas dactilares, incluso para niños a partir de seis años. Las autoridades podrán registrar si alguien podría presentar una amenaza a la seguridad, si la persona es violenta o está armada ilegalmente.
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