El régimen continúa su escalada de amenazas contra los posibles asistentes a la Marcha Cívica del 15 de noviembre en todas las provincias del país.
Una delegación compuesta por los llamados “factores” del barrio, visitó al escritor Rafael Vilches Proenza en su vivienda de la ciudad de Las Tunas para tratar de disuadirlo de su propósito de asistir a la Marcha Cívica del 15 de noviembre.
El jefe de la zona de defensa Ángel Caballero, la presidenta de los CDR de la cuadra y otros vecinos, acompañados del humorista Luis Flores Santiesteban, miembro de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba) en el territorio, en tono conciliatorio intentaron convencer a Vilches de que la manifestación era pagada desde el exterior.
De acuerdo con una grabación a la que Radio Televisión Martí tuvo acceso, los enviados del régimen querían “llamar a la cordura” a Vilches porque esa actividad pretende enfrentar a los cubanos unos con otros.
“Esa marcha, independientemente de que muchos cubanos la quieren pacífica, cívica, en realidad los que la pagan desde el exterior están promoviendo una confrontación entre los dos países”, dijo Caballero, un profesor universitario, que más adelante precisó que se refería a Cuba y “el imperio”.
Vilches respondió que nunca atacaría a otro cubano y defendió la legitimidad de la marcha y su derecho a participar en ella.
“Más que una conversación, yo lo ví como una amenaza, independientemente de que fuera con educación y buena forma”, aseguró el narrador.
La plataforma Archipiélago había convocado la marcha pacífica para el 20 de noviembre, pero el régimen anunció que en esa fecha se efectuaría el Día Nacional de la Defensa y habría un despliegue militar en las calles.
Por esa razón, los organizadores de la acción cívica la adelantaron para el 15 del mismo mes. Entonces las autoridades cubanas desaprobaron la Marcha y la calificaron de “ilícita”.
La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) anunció en un comunicado la movilización de los trabajadores para enfrentar a los manifestantes pacíficos.