La justicia argentina decidió este martes reabrir el caso de Mavys Álvarez, una joven cubana que con 16 años fue llevada a Argentina por el futbolista Diego Armando Maradona, con la venia del dictador Fidel Castro para una operación de senos.
El foco de la investigación, esta vez, cae sobre los funcionarios que permitieron su llegada a la Argentina, reseña el portal Infobae.
“En tales condiciones, atendiendo al planteo efectuado en este aspecto por la parte querellante, aparece como necesario despejar las dudas en torno a la posible intervención de funcionarios públicos, para lo cual corresponde profundizar la pesquisa y agotar el estudio de aquel extremo sobre la base de las medidas de prueba cuya producción se considere pertinente”, dice el fallo del juez al que tuvo acceso Infobae.
El caso de Mavys Álvarez fue dado a conocer en Miami por América TeVé tras una entrevista en la que casi 20 años después la joven contó cómo, siendo todavía una adolescente con 15 años, conoció a Diego Armando Maradona durante sus visitas a Cuba. El futbolista argentino le presentó a Fidel Castro y se la llevó a Buenos Aires para practicarle una operación de senos.
En aquellos años los cubanos tenían estrictamente prohibido salir del país y se necesitaba una autorización, conocida como “carta blanca” que era celosamente entregada a quienes desde el poder permitían viajar.
Maradona era amigo personal de Fidel Castro por lo que le permitieron llevarse a Álvarez, a pesar de ser menor de edad y no contar con la autorización de sus padres.
El futbolista argentino también la sumergió en la adicción a las drogas y le hizo filmar videos íntimos teniendo relaciones sexuales.
La denuncia de Álvarez en Argentina había sido rechazada por el juez Daniel Rafecas, al asegurar que los delitos habían prescripto por el paso del tiempo, un planteo confirmado por la propia Cámara en 2022.
Los jueces Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Carlos Mahiques ordenaron por unanimidad que la causa se retome para agotar medidas de prueba. El foco, esta vez, está puesto en los funcionarios que permitieron que Álvarez ingresara al país con 16 años y sin la autorización de sus padres.
Los abogados de Álvarez aseguraron que Castro fue “una persona instrumental y necesaria para el irregular traslado de la víctima al territorio argentino”.
“En cualquier caso, la víctima permaneció en Argentina merced al permiso de Fidel Castro y fue retornada cuando aquel lo comandó, con lo cual su dominio de la situación no cesó en ningún momento”, afirmaron.
La propia Mavys Álvarez contó como durante los dos meses y medio que Maradona la tuvo en Argentina en 2001 no le permitían salir sola de los hoteles donde se hospedó ni en el departamento de Buenos Aires.
“Durante la totalidad de mi permanencia en el país, sólo pude realizar dos actividades que elegí (una a comprar y otra al zoológico), aunque siempre acompañada por una persona hasta mi regreso”, dijo en su alegato.
“Del mismo modo, en Argentina, y aún siendo menor de edad, fui presionada a realizarme una operación de aumento de mamas, la que se realizó en el país sin autorización de ninguna persona responsable por mí. En las mismas circunstancias me suministraron drogas en el país, las cuales me acarrearon una adicción durante muchos años. Las secuelas de lo que viví perduran hasta hoy”, añadió.
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