El periodista independiente cubano Abraham Jiménez Enoa declaró ante la Cumbre de Ginebra por los Derechos Humanos y la Democracia que en Cuba “por ley, es imposible hacer periodismo fuera del paraguas del Partido Comunista”.
“El Partido Comunista, más allá de ser la única organización política permitida en el país, es la única que dirige todos los periódicos, todas las revistas, todas las radios y todos los canales de televisión, por lo tanto, los medios cubanos no hacen periodismo, sino propaganda”, dijo el periodista exiliado en su discurso.
El nieto de uno de los guardaespaldas de Fidel Castro, relató que “en una casa rodeada de fotografías de Castro y el Che Guevara” escribió sus primeros artículos, que intentaban sacar a la luz "todas las zonas oscuras" de su país, "que habían estado ocultas durante más de seis décadas".
Contó que cuando empezó con un grupo de amigos a escribir “de la verdad de la vida en Cuba, y del sistema de salud y educación pública, y la represión a la oposición”, el régimen les acusó de violar las leyes y, a partir de ahí, empezaron a reprimirles.
“Mi vida diaria se convirtió en una de arrestos domiciliarios, secuestros, interrogatorios, amenazas de prisión, interceptación de mis comunicaciones privadas, vigilancia constante y represalias contra su familia y amigos, que también fueron llevados a la cárcel y expulsados de sus trabajos”, expresó.
Eventualmente, el régimen le obligó a exiliarse tras decirle que, si no salía del país, iría a la cárcel.
“El daño más grande que ha hecho el régimen es separar a miles de familias por la simple razón de pensar diferente”, sentenció.
Jiménez Enoa ha colaborado como columnista en importantes diarios como The Washington Post, The New York Times, BBC World, Aljazeera, Vice News, El País y Revista Gatopardo.
En el exilio, publicó La Isla Oculta: Historias de Cuba (traducción: The Hidden Island: Stories of Cuba), una recopilación de sus artículos sobre la Cuba real que destaca "el gobierno violento y antidemocrático del régimen" de la isla.
Ha obtenido reconocimiento internacional por su trabajo, ganando el Premio Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas y la Beca Michael Jacobs de la Fundación Gabo, entre otras distinciones.
La Cumbre de Ginebra por los Derechos Humanos y la Democracia es un evento anual de derechos humanos, con el patrocinio de una coalición de 25 organizaciones no gubernamentales.
La reunión destaca situaciones urgentes de derechos humanos que requieren atención mundial. Brinda a defensores de los derechos humanos, activistas, ex prisioneros políticos y familiares de presos políticos actuales una plataforma única para testificar sobre sus luchas personales por la democracia y la libertad, mientras construye una comunidad internacional para desafiar las dictaduras.
Al evento asisten cientos de disidentes, víctimas de la represión, diplomáticos, periodistas, líderes estudiantiles y otros ciudadanos preocupados. Miles de usuarios de internet y las redes sociales lo siguen en línea.
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