Durante más de 27 años Karina Gálvez Chiu ha sido profesora de economía en el Instituto Politécnico de Pinar del Río y sus estudiantes tienen entre 14 y 17 años.
Décadas atrás, dice la pedagoga, los estudiantes participaban en las actividades políticas y culturales organizadas por las organizaciones políticas, pero hoy día ha mermado ese “entusiasmo” en las presentes generaciones. “No hay entusiasmo por las actividades o eventos políticos o culturales, solo por fiestas o campismos organizado por ellos”, dijo en entrevista con martinoticias.com Gálvez Chiu.
Un grave desinterés por el aprendizaje en las aulas, considera ella, ha sido promocionado por la sociedad, que no exige mucho conocimiento para ganar dinero. El facilismo y el promocionismo han sido políticas que afectan el interés de los jóvenes por el estudio.
Destaca que no todos los jóvenes tienen desinterés por la lectura, pero la media sí. La mayoría escucha reguetón, los hace moverse y los une, y observa que los gustos se encierran y les resulta difícil escoger.
La profesora ha visto como los jóvenes han desplazado su gusto por los deportes de la pelota al fútbol y cree que se trata de "un rechazo al discurso oficial”.
El pasado mes de enero, el pitcher de las Grandes Ligas Jose Ariel Contreras visitó la capital pinareña y su presencia causó conmoción en la ciudad. El pelotero cubano integró el equipo de Vegueros (Pinar del Río) y el equipo nacional hasta que en el 2002 abandonó el país y pasó a la nómina de los Yankees de New York, los Medias Blancas de Chicago, entre otros.
El recibimiento que tuvo en Pinar del Río fue el de héroe, dice la educadora “y a lo mejor no es tanto al deporte, sino por la figura de Contreras, que ha representado una persona que se ha ido de Cuba, triunfado fuera de Cuba y regresado a Cuba, a Pinar del Río y se ha comportado como si nunca se hubiera ido de allí y la misma gente que había escuchado horrores de él dichos por los medios oficiales, donde ha sido tratado como un traidor, lo ha recibido como un héroe y como un cubano” y le considera un ídolo de los jóvenes en Pinar del Río.
Sembrar las cualidades de un ser humano son las que quisiera, y recalca el "quisiera" la maestra cubana. Ella quisiera que en medio de esa sociedad adversa y los medios que conspiran, los jóvenes fueran personas plenas, libres, consientes del poder y la dignidad que tienen como ser humanos y por encima del conocimiento, esa es la meta de ella. Y que esas cualidades calen por lo menos en uno o dos estudiantes.
Está orgullosa de muchos de esos jóvenes que han pasado por su aula, por su escuela, que hoy ocupan cargos en empresas y otros que no están en cargos importantes en Cuba precisamente por decir lo que piensan.
Muchas etapas en la historia de Cuba que han comenzado reformas, el gobierno les da luego una vuelta atrás, pero esta profesora ve que los jóvenes con entusiasmo se han lanzado al reto de la empresa libre. La mayoría de esa fuerza laboral es joven, que trabajan de noche, los fines de semana, y lo hacen con mucho entusiasmo. Puede que se frustren en el camino los jóvenes con estas medidas, reconoce Gálvez, pero tiene fe en la libertad y rebeldía de estos jóvenes cubanos.
Décadas atrás, dice la pedagoga, los estudiantes participaban en las actividades políticas y culturales organizadas por las organizaciones políticas, pero hoy día ha mermado ese “entusiasmo” en las presentes generaciones. “No hay entusiasmo por las actividades o eventos políticos o culturales, solo por fiestas o campismos organizado por ellos”, dijo en entrevista con martinoticias.com Gálvez Chiu.
Un grave desinterés por el aprendizaje en las aulas, considera ella, ha sido promocionado por la sociedad, que no exige mucho conocimiento para ganar dinero. El facilismo y el promocionismo han sido políticas que afectan el interés de los jóvenes por el estudio.
Destaca que no todos los jóvenes tienen desinterés por la lectura, pero la media sí. La mayoría escucha reguetón, los hace moverse y los une, y observa que los gustos se encierran y les resulta difícil escoger.
La profesora ha visto como los jóvenes han desplazado su gusto por los deportes de la pelota al fútbol y cree que se trata de "un rechazo al discurso oficial”.
El pasado mes de enero, el pitcher de las Grandes Ligas Jose Ariel Contreras visitó la capital pinareña y su presencia causó conmoción en la ciudad. El pelotero cubano integró el equipo de Vegueros (Pinar del Río) y el equipo nacional hasta que en el 2002 abandonó el país y pasó a la nómina de los Yankees de New York, los Medias Blancas de Chicago, entre otros.
El recibimiento que tuvo en Pinar del Río fue el de héroe, dice la educadora “y a lo mejor no es tanto al deporte, sino por la figura de Contreras, que ha representado una persona que se ha ido de Cuba, triunfado fuera de Cuba y regresado a Cuba, a Pinar del Río y se ha comportado como si nunca se hubiera ido de allí y la misma gente que había escuchado horrores de él dichos por los medios oficiales, donde ha sido tratado como un traidor, lo ha recibido como un héroe y como un cubano” y le considera un ídolo de los jóvenes en Pinar del Río.
Sembrar las cualidades de un ser humano son las que quisiera, y recalca el "quisiera" la maestra cubana. Ella quisiera que en medio de esa sociedad adversa y los medios que conspiran, los jóvenes fueran personas plenas, libres, consientes del poder y la dignidad que tienen como ser humanos y por encima del conocimiento, esa es la meta de ella. Y que esas cualidades calen por lo menos en uno o dos estudiantes.
Está orgullosa de muchos de esos jóvenes que han pasado por su aula, por su escuela, que hoy ocupan cargos en empresas y otros que no están en cargos importantes en Cuba precisamente por decir lo que piensan.
Muchas etapas en la historia de Cuba que han comenzado reformas, el gobierno les da luego una vuelta atrás, pero esta profesora ve que los jóvenes con entusiasmo se han lanzado al reto de la empresa libre. La mayoría de esa fuerza laboral es joven, que trabajan de noche, los fines de semana, y lo hacen con mucho entusiasmo. Puede que se frustren en el camino los jóvenes con estas medidas, reconoce Gálvez, pero tiene fe en la libertad y rebeldía de estos jóvenes cubanos.