“Llevo días de Apátrida, en ese lugar triste que me han colocado a la fuerza”, dijo la periodista Karla Pérez.
Ella es cubana pero vive en Costa Rica, ya que el gobierno cubano no le permite la entrada. "Sencillamente pretenden reinstalarla en el país en función de propósitos subversivos”, argumentó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Pero no estoy sola”, dijo Pérez en Twitter. “Quiero agradecer primero a Costa Rica, el gran país que ha sido mi casa durante los últimos cuatro años y, sin ninguna obligación, ha realizado un enorme acto de humanidad”.
Acerca de la solidaridad que recibe en los medios sociales, agradeció a “todos ustedes por sus mensajes, sus denuncias, su acompañamiento.”
“De verdad siento que a Cuba sí puedo entrar, aunque no pude montarme en aquel avión (de Panamá a Cuba) por más gritos que di”, explicó la joven comunicadora.
“…leo todo el cariño que me han enviado y me emociona mucho...gracias”, dijo la periodista, pocos días de su intento de hacer lo que es normal en el mundo: regresar a su país.
Mientras el gobierno cubano intenta justificar su decisión de prohibir la entrada al país de una ciudadana nacida en Cuba, han crecido las protestas a nivel internacional.
"El caso Pérez González es un ejemplo claro de los preocupantes esfuerzos que hacen las autoridades cubanas para silenciar y castigar a sus críticos", aseveró Karin Deutsch Karlekar, directora de los programas de riesgo para la libertad de prensa en PEN América.
"Hacemos un llamado al gobierno a levantar ahora mismo la prohibición y permitir a Pérez González regresar a su hogar", dijo Deutsch Karlekar.
"Este tipo de exclusión ideológica es anatema al libre flujo de ideas, al intercambio cultural y a la libertad de expresión", declaró Julie Trebault, directora de Conexión de Artistas en Riesgo, un programa de PEN América.