El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) justificó el viernes la decisión de prohibir la entrada a su país a la joven periodista Karla Pérez, alegando que su regreso a la isla tendría propósitos "subversivos y desestabilizadores".
La directora de prensa de la cancillería cubana Yaira Jiménez Roig dijo en conferencia de prensa que la muchacha tiene "conocidos vínculos con Eliecer Ávila y otros anticubanos, a la cual pretenden reinstalar en Cuba, en función de propósitos subversivos y desestabilizadores contra nuestra nación".
"En Cuba existen, como en todos los países, leyes migratorias que establecen regulaciones en el marco legal y que rigen la acción de las autoridades migratorias. Cuba tiene el mismo derecho que cualquier otro país a defenderse", declaró la funcionaria.
Pérez, expulsada en 2017 de la Universidad de Santa Clara y que siguió sus estudios en Costa Rica, fue notificada el jueves de manera informal que no le permiten entrar a Cuba, según denunció a Radio Televisión Martí.
En el Aeropuerto Internacional de Tocumen en Panamá, donde hizo escala, un funcionario de Copa Airlines recibió orientaciones desde Cuba para impedir su viaje a la isla, tras denunciar lo ocurrido, sus colegas criticaron la arbitrariedad en redes sociales y algunos en la isla llegaron hasta el Minrex a interceder a favor de la joven.
La versión de la cancillería es que la petición de los periodistas independientes "no fue un reclamo legítimo" sino un show mediático.
"No son periodistas, no son independientes, son personeros, son operadores políticos comunicacionales al servicio de un gobierno extranjero, cómplices de la guerra económica contra Cuba y de las acciones más agresivas de Estados Unidos contra nuestro pueblo", dijo la portavoz.
En la conferencia la cancillería cubana descalificó a dos prestigiosas organizaciones internacionales: Human Rights Watch y el Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York a las que llamó pseudo organizaciones.
Estas organizaciones, junto a la Sociedad Interamericana de Prensa denunciaron al régimen cubano por prohibir la entrada al país de la periodista.
La funcionaria también hizo críticas a la publicación ADNCuba, de la que Karla es colaboradora.
Ante las acusaciones oficialistas, el sitio publicó la siguiente declaración: "El interés del régimen jamás ha sido la búsqueda de la verdad, sino la práctica de la difamación. En las múltiples ocasiones en que nos ha difamado, nos negó el derecho a réplica, un principio básico del periodismo en todo el mundo. Nuestro trabajo no consiste en servir a la dictadura, sino al pueblo cubano que nos lee y que es, en última instancia, quien debe juzgar la calidad del periodismo que realizamos, una práctica ajena a los representantes de un régimen carente de legitimidad, violatorio de los más elementales derechos humanos e irrespetuoso de la libertad de prensa, expresión y asociación".
Lo sucedido con Karla Pérez ha sido calificado como un "destierro". Desde Valencia, España, la artista interdisciplinaria cubana Salomé García Bacallao, ha creado una cuenta para la recogida de firmas en la página Change.Org que, con el título “Cuba, ¡No más destierros!”, emplaza al gobierno de la isla a terminar con los destierros y las deportaciones.
La petición, que se inicia citando el Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que señala: “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país”, continúa denunciando que, en Cuba, signataria de dicha Declaración, ese derecho se viola desde 1962, cuando se promulgó la Ley #989.
La promulgación de dicha Ley militarizó las entradas y salidas de los ciudadanos cubanos al ser otorgados todos los procesos migratorios de la isla a las dependencias del Ministerio del Interior y viajar a, o desde Cuba, pasó a ser una cuestión política, explica el texto de la petición.