El economista Miguel Alejandro Hayes Martínez considera que la escasez de harina de trigo para la elaboración del pan no es más que otro eslabón en el mal funcionamiento de la economía cubana.
“Esta situación no es nueva ”, dijo este martes el experto a la revista informativa Martí Noticias AM.
“El problema se agudizó durante la pandemia y se ha ido extendiendo. De hecho, esta sería como la cuarta vez de un anuncio de ese tipo en el país, donde lo más triste es que siempre la respuesta del gobierno ha sido la misma, o sea ninguna”, acotó.
Acerca de la negociación de la compra de harina importada por las formas no estatales de gestión el economista comentó. "Es la primera vez que el país adopta la medida de permitir que el sector privado importe harina para luego el gobierno comprarlo”.
“Una medida que desaprovecharía el flujo de remesas y divisas invirtiéndolas en algo, tan elemental y básico como el trigo, que se produce en la isla y que -a pesar del discurso oficialista- existen casos documentados”, explicó.
Hay "agricultores exitosos en el cultivo del trigo que producen pan", comenta el analista, quien considera que “debería existir una política implícita para que se combine el sector privado con la agricultura cubana, de manera que se genere un encadenamiento productivo alrededor del cultivo del trigo, una industria muy amplia para la producción de panes y dulces”.
Según Hayes lo que sucede es que “el gobierno ha direccionado una parte del sector privado a resolver el propio problema del gobierno con las divisas y no para cambiar la crisis de fondo de la economía cubana en términos de producción”.
“Permitir esta importación en un plazo inmediato está bien como una solución desesperada para, por así decirlo, el ‘pan de mañana’, pero la solución justa es replantearse esa posición y buscar una estrategia que permita que Cuba pueda convertirse en un productor de trigo en el futuro”, apuntó.
"El problema del déficit del trigo es una pieza más, que refleja el mal de fondo del país, que no es otra cosa que la incapacidad productiva, de generar exportaciones competitivas en materia de economía”.
Para Hayes la falta de pan genera problemas aún más graves para "la mesa del cubano", ya que encontrarle un sustituto es aún más complejo.
“La verdadera solución está en una transformación radical de la economía y el sistema político cubano porque todas estas crisis son la expresión de un problema más grande. En algún momento llegará el barco con la harina, pero esa crisis retornará. Si el problema es de fondo las soluciones tienen que ser también de fondo”, concluyó el experto, graduado en la Universidad de La Habana.
Este fin de semana las autoridades dijeron que no podrían garantizar hasta finales de marzo el pan subvencionado de la canasta básica por desabastecimiento de harina de trigo.
El presidente del grupo empresarial de la Industria Alimentaria, Emerio González Lorenzo, precisó que "la elaboración del pan que se vende en las bodegas cubanas por la libreta de racionamiento requiere de unas 20 mil toneladas mensuales de harina" y había "inestabilidad en el suministro".
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