Un activista y un periodista independiente residentes en la isla aseguran que el pueblo cubano resta importancia a la nueva relación entre Moscú y La Habana.
Al cubano le importa muy poco el reciente acercamiento entre Rusia y Cuba, hay demasiados problemas para detenerse en esto, comentó este jueves a Martí Noticias el activista Manuel Cuesta Morúa.
“Los cubanos están anotándose ahora mismo en cuanto consulado exista y permita que los cubanos puedan salir del país para ver cómo dejan atrás esta locura surrealista que, desafortunadamente, se ha establecido en el país. Esa es la realidad desafortunada de Cuba ahora mismo”, explicó el opositor.
La presencia de capital ruso en Cuba estará presente en varios sectores estratégicos de la isla según los múltiples acuerdos bilaterales recientemente firmados, también afianzaron la cooperación técnico-militar.
El periodista Reinaldo Escobar, jefe de Redacción del diario digital 14ymedio, señaló al respecto: “Yo creo que es motivo de preocupación para los vecinos de Cuba, para los países que están en la periferia nuestra, incluyendo al vecino del Norte".
Pero el comunicador cree que para los cubanos de la isla el asunto pasa sin penas ni glorias.
"Que vengan más rusos, menos rusos, que tengan algo militar o no, a la gente no les molesta eso, ni les hace ninguna gracia. Lo digo yo; yo pasé el servicio militar de tropas coheteriles antiaéreas, donde había soldados soviéticos y asesores soviéticos”, apuntó Escobar.
Los rusos nunca se fueron del todo, sólo habían disminuido su presencia en Cuba, siempre han sido aliados políticos, señaló, por su parte, Cuesta Morúa, sobre los nuevos pasos en las relaciones bilaterales entre los viejos aliados.
“Porque, por lo pronto, con la ex Unión Soviética lo que teníamos era la presencia de un sistema, por cierto, más responsable, aunque era totalitario, autocrático, pero era un sistema más responsable, porque tenía una visión puramente ideológica. Pero aquí, es el regreso de oligarquías mafiosas que tienden a envenenar, que generan caos para controlar y generar estabilidad después del caos, que no son nada estables y nada seguros, como demuestra ahora con lo que pasó con Wagner. Y esa gente son los que regresan a este país, y es terrible”, declaró el opositor.
“La situación económica y social (de Cuba) deja muy poco margen para el optimismo”, concluyó.
Tras la invasión rusa a Ucrania y el aislamiento casi general del Kremlin en importantes esferas internacionales, el régimen cubano se convirtió en uno de los pilares de apoyo fundamentales para la Rusia gobernada por Vladimir Putin.
El “regreso” de Moscú a La Habana llega en momentos críticos para Rusia, y a una Cuba en crisis general, cuyo régimen sostiene el mismo discurso ideológico de antes de que fuera derrumbado el Muro de Berlín.
“Moscú de 1959 a 1991 intentaba expandir la economía socialista planificada en Cuba, además del régimen marxista; ahora enarbolan parámetros económicos vilipendiados en las universidades cubanas y en la presa oficialista. Queda ver el malabarismo de la propaganda para presentar a los futuros ‘compañeros millonarios o camaradas empresarios’ en los congresos del PCC o actos políticos”, señalaba en un reciente artículo el periodista Álvaro Alba.
(Con reporte de José Luis Ramos para Martí Noticias)
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