La holguinera Mailin Rodríguez Sánchez solicitó a las Naciones Unidas, a sus instancias pertinentes en derechos humanos y a su Misión en Cuba, que examinen con urgencia la situación de su esposo, el preso político Yosvany Rosell García Caso, y demanden su libertad.
“Mi esposo se encuentra actualmente en huelga de hambre, una decisión extrema a la que se ha visto obligado debido a las graves violaciones a sus derechos humanos fundamentales”, dijo a Martí Noticias.
“Yo he redactado esta solicitud basada en todo el trayecto de mi esposo, pensando en los pensamientos de él y en todo lo que hemos sufrido en estos largos cuatro años; para hacer un llamado a ver si algunas instituciones internacionales toman medidas e intervienen para que no sigan tantas violaciones que están cometiendo con este pueblo cubano, con las personas que lo que hacen es alzar la voz, que no cometen delito ninguno, que no son personas de mal, como mi esposo”.
El llamamiento, dirigido también a toda la comunidad internacional, pide garantizar al manifestante del 11 de julio de 2021, recluido en la prisión holguinera Cubasí, atención médica urgente pues su vida corre peligro.
Rodríguez Sánchez reclama, que, si sucediera un desenlace fatal, la ONU, y sus entidades, deberían responsabilizar al Estado cubano para que responda ante tribunales internacionales por violaciones graves de derechos humanos.
El padre de tres niños fue condenado a 15 años de privación de libertad por el delito de sabotaje, tras participar en las protestas del verano de 2021 en la capital de la provincia Holguín.
“De esta condena ya ha cumplido casi cinco años, bajo condiciones inhumanas y represivas, motivos de su huelga de hambre ya que ha manifestado que no seguirá siendo rehén de un régimen que encarcela a quienes no se someten al Partido Comunista de Cuba”.
En su comunicado abierto, Rodríguez Sánchez enfatiza que su esposo se encuentra en una decisión extrema a la que se ha visto obligado debido a las graves violaciones a sus derechos humanos fundamentales e inalienables”.
“Ha manifestado que no seguirá siendo rehén de un régimen que encarcela a quienes no se someten al Partido Comunista de Cuba (PCC)”, dijo la mujer.
“Su huelga es un acto de dignidad y resistencia frente a un sistema carcelario que lo mantiene sin acceso a atención médica adecuada, bajo vigilancia constante, en condiciones crueles, inhumanas y degradantes, aislado de sus derechos fundamentales y castigado por su postura política y por defender derechos humanos”, aseguró.
Tras más de 25 días en inanición voluntaria, todo apunta a que el huelguista debe ser trasladado a un hospital, pero esto no ha sucedido:
“La respuesta que me dieron [en el establecimiento penitenciario] fue que Yosvany no se deja tocar por ningún médico y si no lo examinan, no saben el estado en que se encuentra para poder ya gestionar su traslado al hospital”, precisó.
La esposa del preso político recuerda que Cuba, como Estado miembro de la ONU, está obligada a cumplir normas internacionales, como las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela), que prohíben la tortura, los tratos crueles, inhumanos o degradantes, la negligencia médica deliberada y el uso del encarcelamiento como forma de represalia política.
Por otro lado, la Iglesia Católica se interesó por la condición de salud del preso político.
El Obispo Auxiliar, Monseñor Marcos Pirán, se reunió con la familia del detenido, explicó a nuestro medio, el Arzobispo de Holguín, Monseñor Emilio Aranguren.
“Muy buena la atención, la preocupación, del señor Marcos. Muy tratable y muy preocupado, muy atento a venir hasta mi casa y tomar la inquietud que yo tenía y ver si se gestionaba la atención religiosa a mi esposo”, señaló Rodríguez.
El Diácono Enrique González Pupo, capellán del Centro Penitenciario "El Yayal", solicitó un encuentro con el huelguista, que estaba previsto para este miércoles, pero una llamada telefónica de un oficial del Centro penitenciario indicó que sería avisado el jueves.
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