Los cubanos que viven en la Isla manifiestan una creciente inclinación hacia posturas liberales, reformistas y pragmáticas y solo una minoría se considera “firmemente socialista”, según la investigación “Explorando futuros posibles para la democratización en Cuba”, de la encuestadora independiente Cubadata.
“Solo un 3% de las personas que nosotros encuestamos se consideran firmemente socialistas y la gran mayoría, que es más del 85%, cree que Cuba debe cambiar hacia un modelo más abierto”, dijo a Martí Noticias el programador Salvi Pascual, codirector de Cubadata.
“Entre ese número, el 11.2 se ve como socialista reformista, hay 14% que se ven como centristas neutrales y hay un 21% que se ve como liberal o pro mercado, y entonces hay un 16% que se identifica con otras ideologías que no sabemos cuáles son, pero que pueden ser personas que no quieren hablar abiertamente o que no saben exactamente cómo se identifican ellos mismos, pero lo que sí no son es socialistas. El grupo mayoritario, casi un 34% no se identifica con ninguna ideología”.
En las pesquisas realizadas entre septiembre de 2023 y febrero de 2024 participaron 10.248 habitantes de la Isla, con edades comprendidas entre 18 y 87 años.
De acuerdo al estudio, los cubanos han evolucionado hacia una “mayor diversidad ideológica y política”, una metamorfosis en relación con el sistema político actual, lo que indica “un cambio cultural significativo”, donde la variedad de posiciones ideológicas muestra “una transformación en curso”.
“La gente en Cuba no es de izquierdas ni de derechas, socialistas o capitalistas, no hay una dicotomía, Cuba tiene un diapasón más abierto que solamente dos polos políticos y, definitivamente, la gran mayoría de los cubanos no quieren ideologías cerradas ni confían en el socialismo tradicional”, apuntó el especialista.
“Esta alineación política afecta el deseo de protestar, el deseo de ir a la calle, el deseo de crear acciones políticas que sean contundentes y que busquen un cambio directo en el gobierno. Esta diversidad de opiniones realmente afecta la participación en movimientos de protesta”, añadió.
La exploración revela que los principales motivos del descontento de los cubanos se deben a la necesidad de “reformas estructurales y sistémicas que aseguren un futuro más justo y democrático”.
El 58,1% de los encuestados, que no han participado nunca en manifestaciones, plantearon que lo harían por derechos humanos y libertades civiles, un 56,7%, contra las políticas económicas y las condiciones laborales y el 51,5% protestarían contra la corrupción y por la transparencia gubernamental.
En tanto, los que ya han asistido a demostraciones populares, se enfocan en exigencias de derechos humanos, transparencia y calidad de los servicios públicos.
La entidad, asentada en Miami, sugiere que el país “está en un punto de inflexión, donde los cambios internos en la población podrían catalizar una transformación política más amplia en el futuro cercano”.
Pascual agregó que a través de las encuestas se logró, además, obtener una visión sobre los criterios del cubano respecto a temas sociales y económicos:
“Hay todo tipo de variables que nosotros calculamos desde económicas, cómo afectan en la vida social los problemas de Cuba a la familia, a la gente de la tercera edad, al niño, etcétera”.
“Hay una gran tendencia de los jóvenes hacia nuevas ideologías, pero en todas las capas de la sociedad se encuentra también, aunque la mayoría de los jóvenes sí creen en ideologías pro mercado”, afirmó el directivo.
“Mucha gente se siente desenganchado del sistema, no sabe qué hacer, cuál es su papel en la nueva sociedad y las mujeres son las que más desenganchadas del sistema se encuentran, sobre todo porque en Cuba hay mucha más victimización, las mujeres sufren mucho más los problemas económicos y tienen una doble vulnerabilidad”, recalcó.
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