La joven Yaniuska Terrero Xique ha tenido que cocinar sobre el suelo de un parque los alimentos para su familia, donde se incluyen dos niños pequeños, al no disponer de electricidad para poder hacerlo en el albergue para damnificados donde habita en el municipio Antilla, el más pequeño de la provincia de Holguín y uno de los más pequeños de Cuba.
En un video compartido en Facebook, Terrero Xique, de 30 años de edad, quien perdió su vivienda a causa de uno de los huracanes que azotara en el pasado el Oriente de la isla, denuncia que las autoridades, que unos días atrás le habían prometido mejorar sus condiciones de vida, le han cortado el servicio eléctrico.
“El Estado mismo me quitó la corriente después de haber hecho un compromiso conmigo (…). A los 22 días me quitaron la corriente. Por eso estoy cocinando en el medio del parque para mis hijos, para que coman”, manifiesta.
La publicación, donde se muestra el número de carnet identidad de la joven madre (881103277215), asegura que ella es una de las más de 40 personas que han perdido sus viviendas y que permanecen albergadas en áreas de la Empresa Consignataria Mambisa, situada en la calle René Ramos Latour de esta localidad costera, fundada el 21 de enero de 1925 y que posee una extensión superficial de 100.81 km2, con una población de unos 12 mil habitantes, según censo oficial del 2012.
Las fotos y el video del suceso en el parque de Antilla fueron subidos al perfil de Facebook de Esber Rafael, quien asevera que la situación de Terrero Xique es provocada por “la desesperación de los cientos de personas que hoy sufren las penurias” de los huracanes Ike (2008) y Sandy (2012).
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En 2013, al cumplirse un año del paso del huracán Sandy, el diario oficial Granma reconoció que al menos 92,426 damnificados seguían esperando por ayuda gubernamental. El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba admitió que hechos de corrupción desviaron materiales de construcción donados por otros países para ayudar a los damnificados.
Seis años después del devastador fenómeno natural, son muchos los cubanos que aun el Gobierno mantiene viviendo en albergues en pésimas condiciones y sin esperanza de mejoría.
